Claudia Galguera
¿Cuántas veces no hemos escuchado casos de mujeres violentadas por sus parejas pero que se encuentran sin salida porque no cuentan con independencia económica?
Esta situación es sumamente común e injusta en nuestro país, ya que muchas mujeres mexicanas se entregan al cuidado de otras personas, hijas, hijos, pareja, comprometiendo así, su desarrollo profesional o laboral, quedando atrapadas en la difícil decisión de dejar una relación sin contar con un ingreso o ahorros para salir adelante lejos de su violentador.
Arrancar un proyecto o la búsqueda de un empleo que permita la generación de ingresos, de entrada, pudiera escucharse imposible, sobre todo si la violencia en la que se vive ha mermado la autoestima y el amor propio.
En la pandemia de COVID 19 fuimos testigos de que muchas mujeres se volvieron emprendedoras con las herramientas tecnológicas y el uso de redes sociales, haciendo posibles sus proyectos y con ello, seguramente muchas de ellas, vieron la posibilidad de salir de esas cuatro paredes de violencia y maltrato, obteniendo ingresos propios y a partir de ahí, decidir la mejor forma de vida posible.
Por ello creo firmemente que generando una idea de negocios, acopiando recursos, invirtiendo tiempo y buscando cómo capacitarse tendremos como resultado, no sólo un producto o servicio para ofertar al mercado, sino también una oportunidad de salvar a las mujeres de la violencia en la que viven en familia por falta de autonomía financiera.
Además de que si se emplean adecuadas vías de comercialización como por ejemplo las redes sociales, en un tiempo determinado, se estarán generando ingresos que permitirán la capitalización y el ahorro.
Sin duda las mujeres emprendedoras están en mejores posibilidades de tomar decisiones más adecuadas para su futuro, con ahorros e ingresos constantes y con la firme determinación de preservar su tranquilidad, ante todo.
Es importante mencionar también, que aún en nuestros días cuando el tema de violencia de género ha tomado mucha mayor visibilidad, dado el aumento alarmante de feminicidios en México, las mujeres violentadas para ser protegidas o atendidas deben dirigirse a las fiscalías a levantar una denuncia para que después de las indagaciones se pueda proceder contra el violentador; no existen espacios físicos como refugios, donde las víctimas puedan acudir y pedir ayuda de forma inmediata.
Esta es una gran cuenta pendiente de los gobiernos; además de la falta de apoyo para la implementación de mecanismos que impulsen el emprendedurismo y la generación de ingresos para las mujeres en vulnerabilidad, y es que cuando una mujer cuenta con el control financiero de su vida, las puertas se abren y el camino se observa más claro y luminoso, segura estoy de que lo hemos visto, algunas vivido y muchas otras han anhelado ese día en donde sin ningún temor pueda recomenzar la vida con mayor dignidad y felicidad.