Por Claudia Galguera
Las mujeres tenemos el gran potencial de realizar diversas tareas en simultaneo, y esta es una habilidad que sin duda hace mucho más atractivo para nosotras emprender proyectos por medio del comercio digital, ya que nos permite realizar varias actividades desde el hogar. Es por ello que en la era digital, las mujeres emprendedoras están desafiando los límites y desempeñando un papel crucial en la transformación del comercio en México. Según los últimos datos disponibles del Foro Económico Mundial, en 2021 el 58.6% de las tiendas en línea en México fueron fundadas por mujeres y alrededor del 64% de las Pymes son dirigidas por mujeres. Sin embargo, no hay que confundirnos, el comercio digital implica trabajo, dedicación y tiempo como cualquier herramienta de ventas y emprendedurismo.
Y ¿en dónde vemos las diferencias reales entre el comercio tradicional y el digital?
El comercio digital combate límites territoriales, por lo cual nuestra posibilidad de mercado se vuelve tan grande como deseemos o nuestro servicio o producto nos lo permita, yendo desde lo local hasta lo internacional. Por otro lado, el mundo digital nos permite ofertar un sin número de propuestas innovadoras que alguien en nuestra localidad, en el país o del otro lado del mundo está buscando o imaginando. Las mujeres mediante esta herramienta ponemos en acción ideas y proyectos de forma inmediata, logrando ir adecuando el proyecto ya en marcha, reduciendo costos de arranque, y adaptándonos según lo que vaya marcando el mercado. Por lo que a menudo encontramos marcas de ropa innovadoras realizadas por mujeres, proyectos artesanales con algún toque personal, desarrollos de productos amigables con el medio ambiente, emprendimientos tecnológicos entre muchos más que han permitido, en especial a las mujeres, desarrollar esa faceta empresarial, al mismo tiempo que atienden las diversas tareas cotidianas que culturalmente atañen a las mujeres.
El mundo digital también ha permitido que cada vez más proyectos de mujeres cuenten con un sentido social, siendo cada vez mayor el número de estos que buscan apoyar alguna comunidad por medio de empleos o resignificando alguna actividad artesanal, lo que permite el crecimiento no solo de los proyectos per se, sino también de la comunidad.
En conclusión, las mujeres emprendedoras en la actualidad juegan un rol preponderante en la vida económica de nuestro país y mucho de ello viene de la mano del mundo digital. Por otro lado, el comercio digital no solo es una herramienta para generar ingresos, sino también una forma de empoderamiento para las mujeres y de romper ese techo de cristal al que nos vemos expuestas en el mundo empresarial.
Creo firmemente que este mundo en donde contamos con grandes posibilidades de crecer a partir de lo digital, las mujeres hemos tomado un papel protagónico, al menos en lo que respecta al comercio en línea. Sin duda hay mucho que ver y descubrir, sobre todo del gran potencial de las mujeres, con visión panorámica, muy adecuada a las nuevas formas de generación de prosperidad de nuestros tiempos.