DETRÁS DE LA NOTICIA
Alfredo Martínez de Aguilar
* La creciente impunidad garantizada por el Gobierno de México a los capos de los diversos cárteles ha sido rota por Estados Unidos, lo que ha traído consigo la diabólica estrategia del narcoterrorismo.
* De ahí que al igual que con Pablo Escobar, capo del cartel de Medellín, Colombia, en la década de los 80, los “coches bomba” en México tienen como objetivo evitar la extradición de los capos.
Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. Olvidamos que los fenómenos que han impactado social, política y económicamente a México, vienen del sur del continente americano.
De centro y Sudamérica provinieron los movimientos guerrilleros asesorados por Cuba, el narcotráfico y su simbiosis con la guerrilla, y la alternancia con un candidato presidencial ciudadano.
Es una constante histórica poco observada o frecuentemente olvidada de manera convenenciera. Sin embargo, la terca realidad que finalmente termina por imponerse nos da, una vez más, la razón.
El temido infierno de la colombianización de México, como resultado de la complicidad de políticos y gobernantes de los tres órdenes con los capos del narcotráfico, es ya una total realidad en el país.
La creciente impunidad garantizada por el Gobierno de México a los capos de los diversos cárteles ha sido rota por Estados Unidos, lo que ha traído consigo la diabólica estrategia del narcoterrorismo.
El caso más claro y concreto es la detención y traslado a Texas del capo Ismael “El Mayo” Zambada García, cofundador del Cartel de Sinaloa, y de Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán.
Para evitar que las autoridades mexicanas dieran el pitazo de su captura a “El Mayo” Zambada las agencias de seguridad de Estados Unidos no informaron al Gobierno de México del operativo.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador y de Claudia Sheinbaum han pedido insistentemente al gobierno de Estados Unidos información sobre la captura de “El Mayo” sin obtener respuesta.
De ahí que al igual que con Pablo Escobar, capo del cartel de Medellín, Colombia, en la década de los 90, el estallido de “coches bomba” en México tiene como objetivo evitar la extradición de los capos.
Según ha trascendido los carteles mexicanos son asesorados por guerrilleros de las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC), expertos en explosivos, para usar drones y “coches bomba” y sembrar el terror.
Los capos mexicanos hacen suyo el lema de Los Extraditables, grupo de narcotraficantes colombianos, formado en 1986, “Preferimos una tumba en Colombia a una prisión en Estados Unidos”.
Las imágenes de “coches bomba” en Acámbaro y Jerécuaro, Guanajuato, son expresiones de terrorismo idénticas a las de Colombia en los 90 o en Iraq y Palestina. No hay diferencias.
Los atentados del crimen organizado con drones y “coches bomba” siembran terror en la población y refuerzan la acusación de terrorismo de Estados Unidos, lo que obligará a intervenir en México.
Estados Unidos empieza a actuar contra el gobierno de Claudia Sheinbaum. El proyecto de ley S.5286 busca prohibir la exportación de gas natural de EE.UU. hacia países con altos niveles de corrupción, como México.
En el gobierno de Estados Unidos crecen cada día las preocupaciones en materia de seguridad nacional y violaciones del T-MEC incluyendo la reforma judicial, y la preferencia estatal a PEMEX.
México importa de Estados Unidos alrededor del 68% de gas natural para generar energía eléctrica, es decir, podríamos tener menos energía eléctrica disponible con apagones al igual que Cuba.
Aunque el proyecto de ley S.5286 no prohíbe explícitamente todas las exportaciones de gas a México, podría servir como pretexto para cerrar la llave en cualquier momento y razones sobran.
La desconfianza en el manejo del gas por parte de México, y la dificultad de verificar si se reexporta, puede generar cortes en el suministro con mayor incertidumbre para generar energía en México.
alfredo_daguilar@hotmail.com
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