Por Claudia Galguera
En los últimos años, el mercado ha experimentado una transformación radical con el desplazamiento de lo físico a lo digital. Esta transición ha sido impulsada por la expansión del comercio electrónico, los avances tecnológicos y los cambios en los hábitos de consumo, permitiendo que las personas accedan a una amplia gama de productos y servicios desde la comodidad de sus hogares. Hoy en día, no solo es posible comprar ropa o electrónicos en línea, sino que los consumidores también pueden pedir comida, medicamentos, adquirir obras de arte y hasta servicios personalizados a través de plataformas digitales. Este fenómeno ha cambiado las reglas del juego en el comercio mundial, brindando mayor comodidad y accesibilidad.
Y, ¿cómo le hacemos para ir de lo físico a lo digital en los emprendimientos?
Desde mi experiencia personal como emprendedora en Arte Mantis (una experiencia con la esencia cultural de nuestra tierra, una marca con mucha tradición, con productos hechos por manos oaxaqueñas, que permite sumergirte en los irrepetibles colores, inigualables aromas y deliciosos sabores de nuestro estado), comercializar artesanías en el terreno digital se escuchaba complicado. Sin embargo, en mi imaginación siempre estuvo la inquietud de visibilizar a gran escala lo que elaboran las manos mágicas de mi estado. Los miedos me asaltaron de inmediato, qué sabía yo del manejo de redes sociales, de la generación de contenido, de los likes y las visualizaciones. Ese miedo detuvo mi proyecto durante un buen rato, ya que, para cualquier emprendedor, los arranques conllevan resolver casi todo por cuenta propia. Lo primero para mí fue tener clara la visualización de mi proyecto y entender que para que las cosas sucedan hay que dejarse ayudar y buscar especialistas en los rubros en donde no tenemos nuestra mayor experiencia. Así fue como de la mano de profesionales en el tema de redes sociales se empezaron a dar los primeros pasos rumbo al objetivo de crear una marca sólida, responsable y con vocación social. No es fácil encontrar aliados que entiendan lo que quieres comunicar con tu marca, o el objetivo central de esta. Por lo que es de vital importancia que quienes realicen por ti la tarea de llevarte al mundo digital entiendan perfectamente cuál es la visión de tu emprendimiento. Teniendo esto superado, tendrás que estar preparado para los requerimientos que conlleva la venta online.
Uno de los grandes beneficios del mercado digital es la facilidad con la que los consumidores pueden recibir productos en la puerta de su hogar. Los avances en logística, combinados con servicios de entrega rápida, han hecho que pedir productos en línea sea una experiencia sencilla y eficiente. Sin embargo, hay que estar preparados para que los envíos cumplan los altos estándares de calidad que el consumidor exige en la actualidad. Servicios como Amazon Prime, Rappi o UberEats permiten que las personas reciban sus compras en cuestión de horas o incluso minutos, dependiendo del producto.
Esta conveniencia ha transformado el comportamiento del consumidor, quien ahora espera tiempos de entrega cada vez más cortos y un servicio al cliente eficiente. Un estudio de Statista señala que más del 60% de los consumidores en países desarrollados prefieren comprar en línea debido a la comodidad de las entregas a domicilio, incluso si los productos están disponibles en tiendas físicas cercanas.
El traslado del mercado físico al digital no se limita a productos tangibles. Muchos servicios, que tradicionalmente se ofrecían de manera presencial, también han sido digitalizados. Desde consultas médicas hasta asesorías financieras, el internet ha permitido la creación de plataformas que conectan a usuarios y proveedores de servicios de manera más eficiente y accesible. Según un informe de la OCDE, el sector de los servicios ha sido uno de los más beneficiados por la digitalización, generando nuevos modelos de negocio basados en la conectividad.
Los desafíos del mercado digital
A pesar de los innumerables beneficios del comercio digital, este cambio también trae desafíos. La competencia en línea es feroz, lo que obliga a las empresas a diferenciarse mediante precios competitivos y experiencias de usuario impecables. Además, el incremento de la demanda de entregas a domicilio ha puesto presión sobre las cadenas de suministro y las empresas de logística, que deben adaptarse a volúmenes crecientes y expectativas de entregas más rápidas.
Otro reto importante es la ciberseguridad. Con el aumento de las transacciones en línea, también se han incrementado los riesgos de fraude y robo de datos. Por ello, las empresas han tenido que invertir en soluciones de seguridad digital para proteger tanto su información como la de los clientes.
El futuro del mercado digital
La tendencia hacia la digitalización del comercio no muestra signos de desaceleración. Con la incorporación de tecnologías como la inteligencia artificial, el machine learning y la automatización, se espera que el comercio digital continúe evolucionando. Estas tecnologías permitirán a las empresas predecir mejor el comportamiento del consumidor, personalizar las experiencias de compra y optimizar los procesos logísticos.
En el futuro, el mercado físico y el digital podrían coexistir de manera más integrada. Modelos como el click-and-collect, en el que los consumidores compran en línea y recogen sus productos en tiendas físicas, ya están siendo adoptados por muchas empresas.
En conclusión, la transformación del mercado de lo físico a lo digital, seguirá revolucionando la manera en que las personas compran y consumen productos y servicios. La facilidad de recibir cualquier tipo de producto hasta la puerta de casa ha mejorado la comodidad y accesibilidad para los consumidores, pero también ha planteado nuevos desafíos para las empresas, lo que nos deja clara la necesidad de buscar especialistas que nos ayuden a migrar a este nuevo formato de negocios y, por otro lado, como todo emprendedor o empresario, la constante capacitación seguirá siendo fundamental para entender las nuevas tendencias de consumo en el mercado. En un mundo cada vez más interconectado, la capacidad de adaptarse a estos cambios será clave para el éxito de las empresas en el futuro.