Oaxaca tendrá una “nueva Constitución” este 2025

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#Oaxaca #Opinión LA X EN LA FRENTE

Moisés MOLINA* (@MoisesMolina )

El pasado viernes se instaló formalmente en el Palacio de Gobierno de Oaxaca la Comisión para la conmemoración del bicentenario de la Constitución de 1825, que fue la primera de nuestra historia.

Hay que reconocerle al académico oaxaqueño Raúl Ávila Ortiz su interés permanente por preservar la conciencia histórica de nuestra historia constitucional local.

El historial académico que le precede y su amor por Oaxaca son una garantía de rigor científico y utilidad social de los productos que se obtengan.

Se entiende que el objeto de la Comisión de la que el Dr. Ávila es secretario técnico (la preside el Gobernador Salomón Jara) es abrir un ejercicio plural de participación y aculturación jurídica en torno a aquella Constitución de 1825 de la que muy poco se sabe.

Se harán, sin lugar a dudas, conferencias, foros, publicaciones y otro tipo de eventos donde se discutan los contenidos de aquella constitución y el tránsito de 200 años de historia constitucional que hemos tenido.

Será importante pensar y compartir qué ha cambiado en dos siglos y qué Constitución tenemos actualmente.
Pero el mensaje político central es, como lo advertí hace dos semanas en este mismo espacio, la idea de una “nueva Constitución” para Oaxaca en este 2025.

El hilo político de la argumentación es claro y lo inauguró el ex presidente López Obrador: cada “transformación de la vida pública de México” ha estado cristalizada en una Constitución (1824, 1857 y 1917).

El jefe político de Oaxaca quiere una nueva Constitución para 2025, y ese habrá de ser el producto final de los trabajos de la Comisión del bicentenario que se instaló el pasado viernes.

La nota distintiva de Legitimación de esta idea parece ser una sola: la interculturalidad.

La tarea, a petición del Gobernador, es que Oaxaca tenga este 2025 una “Constitución Intercultural”.

He dado, en una columna anterior, mis razones por las que considero que es difícil que Oaxaca tenga una nueva Constitución en sentido formal.
Ello no quiere decir que las modificaciones que se pudieran hacerse hagan que pudiera publicitarse como una nueva Constitución en el discurso político.

¿Qué podría hacerse? Reorganizar en un solo capítulo todo lo relativo a la interculturalidad; tanto lo que ya tiene de ello nuestra actual Constitución, como lo que podría surgir de manera innovadora de los trabajos de la Comisión.

Y es perfectamente viable.

La interculturalidad entraña la idea no sólo de coexistencia respetuosa, sino de diálogo, tolerancia, empatía y solidaridad entre los diferentes pueblos y comunidades indígenas de Oaxaca.

Y podría ser planteado como un paradigma transversal que cruzara los derechos humanos a la educación, la salud, el desarrollo y sobre todo el territorio que podría quedar reconocido expresamente en un apartado exclusivo en el texto constitucional.

El mensaje parece ser claro: la revalorización de nuestro presente indígena y afromexicano como esencia de nuestros arreglos institucionales y políticos.

Cierto es que la paz, el desarrollo y la felicidad del pueblo no se logra por decreto, pero 2025 se presenta como una buena oportunidad para dejar claramente dibujada la hoja de ruta que habrán de seguir las próximas generaciones.

*Magistrado de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca