Lorena Pérez Romo en Oaxaca

0
96

 LA X EN LA FRENTE

Moisés MOLINA (@MoisesMolina )

Este sábado estuvo en Oaxaca Lorena Josefina Pérez Romo, Magistrada Federal y aspirante a un lugar en la Suprema Corte de Justicia.

La Benemérita Universidad de Oaxaca le abrió sus puertas más que para hacer campaña para empezar, desde ya, a acercar la función jurisdiccional al estudiantado.

Me tocó, junto con el Director de la escuela de medicina y el Dr. Román Fierros, darle la bienvenida a la BUO que es también, mi casa de estudio.

Las campañas judiciales se han caracterizado por un interminable rosario de promesas irrealizables.

Candidatas y candidatos prometen cosas que no se pueden hacer o que ya existen.

Pareciera que la desesperación les alcanza, obligados a transitar un medio que no es el de ellos.

Solo los que hayan hecho campaña previa para algún cargo de elección popular podrán estar más cómodos.

Para los demás es un ejercicio -hay que decirlo- incómodo.

Y es que – en todo caso – el candidato a juzgador no puede hacer promesas, ni siquiera compromisos.

Su discurso no está – por la naturaleza de la función judicial – en el futuro, sino en el pasado y el presente.

La función judicial es un ejercicio unipersonal que tiene que ver con preparación y ética. No hay que buscarle más.

No se puede prometer nada que no sea propio de lo que los jueces están obligados a hacer: proteger los derechos humanos, respetar las normas, ser imparciales y honestos.

Pero cuando el sistema los aventó al ruedo como candidatos, los atrapó en la lógica electoral que es la lógica de las percepciones y de las emociones.

Difícilmente veremos en los demás procesos electorales compromisos serios y propuestas de campaña sensatas.

La lógica parece seguir siendo “prometer no empobrece” y ahí tenemos, hasta a los candidatos más serios, rompiéndose la cabeza para tratar de ganar el voto de electores que muy probablemente ni siquiera vayan a votar.

Por eso es loable el esfuerzo de candidatas y candidatos que, como Lorena Pérez Romo, hacen de sus campañas ejercicios de aculturación jurídica, explicando por todo el país (sobre todo a los jóvenes) los temas sensibles y relevantes de su experiencia profesional en palabras que todos puedan entender.

Porque de eso se va a tratar el nuevo modelo de impartición de justicia que traerá nuevas maneras de explicar cómo opera la justicia en México.

Lorena vino a charlar sobre lo que ella sabe y hace a diario: juzgar penalmente.

Y – por lo que percibí – se esforzó eligiendo temas que impactan cotidiana y dolorosamente nuestras vidas.

En la BUO habló del juzgamiento de delitos de violencia contra las mujeres e ilustró con ejemplos de casos resueltos en su Tribunal, no sólo la forma en que se castigan, sino lo que podemos hacer para prevenirlos.

Desde la violencia familiar hasta los feminicidios y las desapariciones forzadas.

Nadie se dio cuenta que estaba dando una clase de Derecho, y al final todos aprendieron y pensaron en cosas en que -evidentemente – no habían pensado.

No les habló sólo la Lorena jurista, sino la humana y madre de familia.

Y eso es precisamente lo que necesitamos en cortes, juzgados y tribunales: juristas que entiendan que la vida se trata de servir a los demás.

Ojalá llegue Lorena a la Corte.

*Magistrado Presidente de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia.