Consideraciones de un maestro rural sobre su dirigencia sindical

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“Con el bajón que le dieron a los maestros con el decreto del IEEPO, realmente estos pueden llegar a darse cuenta de que la sección 22 no es tan necesaria”.

Considera un maestro disidente de primaria de una comunidad rural de la Costa Oaxaqueña. Normalista, con 16 años en el oficio, quien quisiera que hubiera un tercer camino, ajeno a los que propone el gobierno federal o su sindicato, para el futuro del proceso educativo de Oaxaca.

“No se ha aprovechado a la gente pensante dentro del magisterio y fuera de él. La sección 22 no se ha rodeado de intelectuales que puedan generar una nueva teoría pedagógica desde las mismas raíces de Oaxaca”.

Raúl Sánchez no es el verdadero nombre de nuestro entrevistado, pero lo será para esta entrevista. Raúl cuenta que con las disputas que ha enfrentado hacia el interior de su representación sindical, la sola mención de su nombre podría meterlo en un problema monumental, donde siempre ha tenido el reclamo de que nunca cubrió el 100 u el 80 por ciento de sus puntos, razón por la que cuenta que siempre tuvo problemas para que le liberaran su hoja de participación sindical.

“Hay un desfase entre la teoría del PTEO (Plan para la Transformación de la Educación de Oaxaca) y la realidad que los maestros están viviendo en las comunidades con la gente, con sus alumnos”.

Raúl cuenta que uno de los aciertos del PTEO, el cual la 22 propone firmemente como ley educativa para el estado, en lugar de la reforma federal, es el de establecer que se tiene que procurar a la comunidad y hacer de sus preocupaciones, las preocupaciones del maestro.

“Pensar cómo piensa el pueblo, aquello que el pueblo necesita es lo que debo enseñar” .

Como aspecto negativo, Sánchez menciona que hay muchos colegas suyos que se la viven en la contradicción, maestros revolucionarios con el puño arriba que siempre traen ropa americana y celulares de buena marca.

“Que están siempre comprando en Coppel o Wallmart. Dónde un día bloquean las entradas, pero al siguiente fin de semana regresan para dejar ahí su quincena”.

“El problema es que no se ha asumido como tal ese discurso que se dice en las calles, que se pregona en las juntas sindicales, que circula en los espacios de discusión del magisterio”.

El profesor considera que el movimiento sindical como tal “esta de poca madre, esta chingón”, pero que este no se ha socializado debidamente con los padres de familia.

“No se han generado productos realmente productivos en las comunidades que nos permitiría pedirles su apoyo a los padres. Como movimiento descuidamos el trabajo con la gente, esos son los que te pueden entregar o proteger”.

“Con diez maestros en una comunidad, ¿donde entra el ejercito a sacarte si se está rodeado por el mismo pueblo?”

Sánchez comenta que hay muchos maestros que están tres días en el monte, dando clases en su comunidad, y que al poco tiempo ya les urge bajar.

“Porque tiene que ver a su novia, porque tiene un negocio en la ciudad, porque tiene que satisfacer sus necesidades humanas. No pueden vivir en un ambiente de comunidad

“En las reuniones, viendo que se necesita, integrando ideas, acompañando los proceso del lugar del que lo quieran o no, al final forman parte. No pueden estar ahí, simplemente comiendo lo que come la comunidad”.

“Piensan que chingaos estoy haciendo acá? Y entonces empiezan a participar sindicalmente para poderse mover. No hay esa entrega y esa convicción de estar ahí”.

Raúl considera que unos de los principales errores de la Sección 22, y que hoy la tienen en una crisis sin precedentes, fue el haber privilegiado la cuestión política por encima de la educativa.

“La cuestión pedagógica es más amplia, completa e integral”

El entrevistado considera que si los maestros oaxaqueños quieren seguir con la cuestión sindical, deben pensar en un proyecto a diez años.

“Todo maestro que se integra con su comunidad tiene todo el poder para hacerlo”.

Declara que aunque hoy el forcejeo está muy complicado, ganar credibilidad debe ser uno de los propósitos del maestro oaxaqueño.

“Decirle al sistema si estamos preparados, ¿quieren una evaluación? háganla. Evidenciar al mismo sistema en su argumento que dice que los maestros en Oaxaca no saben nada”.

Raúl considera que la 22 o desaparece o se reformula desde sus cimientos como el grupo político que es.

“Nosotros los maestros somos un puente entre lo que quiere hacer el sistema y lo que quiere hacer la comunidad”.

Para Raúl hay claramente un cincuenta por ciento de los ochenta y un mil agremiados a la 22, que no participarían en una hipotética resistencia contra la gendarmería nacional y el gobierno federal.

“Dentro estarían la gente que nunca entendió el movimiento, o aquella que tenía ganas de salir adelante sin marchas ni plantones”.

En el otro cincuenta por ciento, los que si participarían, Raúl considera que hay maestros críticos que están convencidos de la importancia del movimiento magisterial, y otros que tienen historias de deudas de lealtad con la dirigencia.

“O gente que no está convencida pero le va a entrar por un compromiso económico a largo plazo. Para mí no se trata de que se arme una masacre y meternos todos en una dinámica del infierno, al sistema también no le queda otra que entender que el proceso que quiere emprender no puede ser de facto”.

El maestro de primaria rural apunta que el gobierno federal está equivocado con el estado policial que ha impuesto en Oaxaca.

“Lo que ven es dentro de su enfoque y su visión, pero hay fuerzas que se están moviendo dentro de lo que ellos no pueden ver . Todos son focos rojos”.

Raúl asegura que con desmantelamiento o no de la sección 22, sueldos mejores para los profesores siguen siendo desde luego una necesidad.

“Es real que los maestros necesitamos estar mejor pagados, no puedes desempeñar un trabajo de tiempo completo , estar desde temprano con tus alumnos hasta las dos de la tarde, irte a comer e irte a tu casa no a dormir, sino a preparar la clase para el otro día y hacer materiales didácticos”.

“Si el director quiere verte te llama a la hora que sea, si la comunidad tiene un evento, te dice, maestro échenos la mano”.

Sánchez mira “una estrategia del soborno” por parte del gobierno federal para con los maestros oaxaqueños, de los cuales su dirigencia ya anunció que regresaran a sus escuelas cuatro días antes de la fecha estimulada por la SEP para el regreso a clases.

Comenta que a los maestros les pagaron las vacaciones cuando termino el pasado ciclo escolar, pagándoles de un solo golpe lo equivalente a tres o cuatro quincenas.

Razón por la que hoy muchas maestras y maestros ya están esperando con cierta desesperación el cheque que han de cobrar en el inicio de este nuevo ciclo escolar.,

“A la larga todos vamos a entrar en el ajo”.