La crisis económica vuelve a estar otra vez en el ánimo de las personas y la carrera por los veinte pesos que ha emprendido la devaluación del dólar en nuestra moneda nacional, hoy amaneció a 17. 46 pesos al menudeo, en lo que viene a ser un nuevo máximo histórico, del que los analistas y no analista, no son muy optimistas o positivos en cuanto a su final.
Aunque lo curioso hoy, es que en el ánimo del mexicano de a pie ya no se observa en general ese ánimo apocalíptico de otras devaluaciones.
“En crisis hemos estado desde que yo era niño. Crisis permanente y sostenida. Ahora si alguien me viene a decir que está es la crisis de todas las crisis. Pues me perdonaran si no les creo”.
Comenta Azael Rosas Martínez, joven de 21 años que lleva meses planeando retomar la prepa y que últimamente ha encontrado en su desencanto un motivo para explorar una vena poética que no conocía.
“No es que la gente no se preocupe porque el peso se está haciendo cada vez más pequeño”.
“ Creo más bien que la gente en este país hoy en día ya subsiste en la preocupación, con una crisis de derechos humanos en las que las matanzas y los anuncios de impunidad que da el estado casi todos los días, han hecho que los mexicanos estiremos cada vez mas nuestra capacidad de asombro, de aguante”.
Opina Alicia Burgos Arreola, estudiante a punto de egresar de la licenciatura en psicología, quién a sus 23 años, realiza una analogía con rolas de un pasado también caótico.
“Hay una canción vieja de los ochentas que habla sobre un lugar donde la tristeza no tiene lugar porque lo triste es vivir. Dramas mas, dramas menos, creo que eso es lo que ya sentimos los mexicanos cuando nos gritan que nuestra economía se va a ir al carajo”.
Alicia cuenta que le ha preguntado a sus amigos economistas sobre si lo que se viene “es la hecatombe, el desfondo absoluto, la caída sin fin”.
“Unos me dicen que si, otros que más o menos y otros que con el peso devaluado nos vamos a llenar de turistas” (opinión que por cierto comparte el presidente de México, Enrique Peña Nieto).
“Otros me dicen que con la caída de los precios del petróleo, el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos por parte de la reserva federal, la desaceleración económica de China y la caída esta semana de su bolsa de valores, la crisis ya es mundial”.
Burgos resume que no es no le crea a todas esas versiones sobre el futuro inmediato del país donde se despierta todos los días, sino que el ponerse a pensar en cada una le da ya dolores de cabeza.
“Si la inflación viene, habrá que vivirla y sobrevivirla”.
Alma Solano, quien se identifica como radióloga y madre de familia, se torna apocalíptica en sus consideraciones.
“Con la crisis económica siempre viene mas delincuencia, mas violencia y mas impunidad. Yo ya estoy considerando seriamente irme a vivir con mis hijos a otro país. La cuestión es que sin dinero luego no existe el destino”.
“Yo veo que esto de la crisis le cayó como perla al gobierno federal para justificar sus reformas. Hoy todo el discurso político es reforma, reforma, y más reforma”.
Observa Azael Rosas, quien para contrastar su comentario acude a una reciente declaración del subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Fernando Portelas, que colecciono de una nota que leyó en internet.
“Las economías que logren diferenciarse del resto, serán las que emprendan los cambios estructurales necesarios para mejorar la competitividad de sus empresas, mantengan las finanzas públicas sanas y privilegien la estabilidad macroeconómica”.
Se le pregunta a Azael si entiende el fondo de esta declaración, el aspirante a poeta responde que lo que entiende es que el funcionario está soltando un “no se quejen” antes de tiempo.
Rosas acude entonces a otra de las declaraciones que de su reciente colección, la de Luis Robles Miaja, presidente de la Asociación de Bancos en México.
“Evidentemente la volatilidad financiera genera nerviosismo e intranquilidad, pero estamos seguros que pasara como siempre y que nuestra banca seguirá siendo un activo fundamental para garantizar la estabilidad económica de un país”.
“Y esa es la nota, no dice como le ha hecho para mantener el optimismo, pero lo mantiene”, observa Rosas, y se va a la declaración económica que considera hasta ahora, en su seguimiento hemerográfico, como la “más optimista del sexenio”, la de Marcos Ramírez, director general del grupo financiero Banorte .
“Ya estamos inmunes, no va a pasar nada. Rubros como la comida y la vivienda aun cuestan lo mismo”.
Se le comenta a Azael que eso suena a charada, Rosas explica que lo genial de la declaración radica en su comicidad, no en su verosimilitud.
Finalmente el joven mexicano señala que su declaración favorita es la espetada antier por el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.
“Hay que ajustarse el cinturón y rediseñar la ingeniera financiera”.
Rosas observa que si la crisis se pone dura, por lo menos va a sobrar bastante humor negro.
