Normalistas irrumpen en instalaciones de la Fiscalía de Guerrero

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Estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, acompañados por padres de los jóvenes desaparecidos, quemaron la caseta de vigilancia de la Fiscalía General del Estado, rompieron cristales de las ventanas y destruyeron mobiliario de varias oficinas para exigir la presentación con vida de los estudiantes normalistas a casi un año de los hechos violentos de Iguala.

Desde temprana hora, los estudiantes normalistas recorrieron calles y avenidas en ocho autobuses sin un rumbo fijo, hasta llegar a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado.

Unos 300 normalistas bajaron de los autobuses armados con cohetones, piedras, palos y cadenas; platicaron por un momento con los trabajadores apostados ahí, quienes demandan el pago de un bono sexenal, y posteriormente tumbaron una valla.

Luego pegaron fotografías de los estudiantes desaparecidos en las fachadas del edificio para posteriormente apedrear las ventanas y romper varios cristales.

 
Los normalistas entraron a las oficinas y rompieron todo lo que encontraron a su paso, en tanto otro grupo rompía los cristales de los coches del estacionamiento y un grupo mas se encargó de prender fuego a la caseta de vigilancia que se encuentra a la entrada del inmueble.

Una de las madres de familia pidió al gobierno federal que deje de calumniar a los normalistas desaparecidos “están calumniando que nuestros hijos diciendo que son vándalos, eso es una vil mentira; sabemos bien que el gobierno es el que está coludido con el narco, por eso quiere responsabilizar a los jóvenes inocentes para que el gobierno se salga con la suya haciendo creer a la ciudadanía que nuestros hijos son vándalos, que son delincuentes y que pertenecían al cártel de Los Rojos”.

A unos metros de ese lugar, en el punto conocido como El Parador del Marqués, se encontraban unos 200 elementos con equipo antimotín para evitar que fuera bloqueada la Autopista del Sol.

Más tarde, los manifestantes regresaron a los autobuses y se enfilaron hacia la entrada norte de la ciudad, y en el punto conocido como Tierras Prietas instalaron un retén para pedir cooperación a los automovilistas.