Deben venir más películas sobre el 2006: Acelo Ruiz

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 “El 2006 es un proceso que debe ser revisado por la gente como una experiencia muy importante, para mí es una experiencia fundamental de formas de organización, participación y unidad entre diferentes sectores de la sociedad”.

Así define el cineasta Acelo Ruiz Villanueva el conflicto social que inundó a  Oaxaca durante el 2006, del cual él personalmente fue activista, siendo  arrestado el  14 de junio de 2006, día del fallido desalojo del plantón magisterial y mantenido en una celda durante poco menos de un día.

Conflicto que convoca  en su tercer  largometraje Historia de una aurora y dos ocasos, filmado hace unos días en locaciones de la ciudad de Oaxaca.

El muy pronto egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC)  define su corto de tesis   como el relato de dos personas que no se entienden, tienen diferencias personales y políticas, y que de repente tienen que emprender un camino juntos y en ese camino empezar a comprenderse.

“La historia va en la intención de hablar sobre la solidaridad que surge en las diferencias. En el fondo los dos personajes protagónicos (un chico y una chica que van de barricada en barricada intentando conseguir un transmisor) son iguales, pero su camino de autoconocimiento se da en un contexto político”.

Acelo subraya que para él las diferencias políticas no son importantes, “da lo mismo que se una rico o un pobre, o un Montesco y un Capuleto,  palestino y un israelí . Todos son parte de un mismo cumulo de cosas que son el pueblo y la gente que lucha por algo”.

“Cresta es un anarquista de barrio, Ana Clara, una estudiante de militancia política muy rígida, pero al final su travesía los llevará a aceptarse el uno al otro”.

“No es una historia de amor, es una historia de amistad que sucede el 29 de octubre de 2006, día de la entrada de la PFP  a Oaxaca. Comprende cinco horas de sus vidas, de 3 de la tarde a ocho de la noche”.

 Acelo cuenta que, durante la filmación se acercaron personas a decirles muchas cosas  sobre su tarea de revivir el 2006. “Algunas muy feas, algunas de apoyo. La gente lo tiene todavía muy presente”.

“Fue muy curioso que la filmación no haya pasado desapercibida”.

El también guionista cuenta que la gente se le acercaba fundamentalmente para decirle  “que así no era, que era así”.

“La gente se quería meter, nos decían que los grafitis que hicimos no existían  en ese entonces”.

El entrevistado cuenta que la  gente de producción era el que tenía que recibir a personas que se acercaban a la producción para relatar que el 2006 le había destruido su vida y sus negocios.

O había otros que hablaban de compañeros que  fueron asesinados, torturados o arrestados. Incluso a dos chicas del crew  les gritaron desde un automóvil un “por eso luego las matan” cuando estaban terminando de pintar una consigna de barricada.

“Es un proceso que no se puede ignorar y que tiene que ser tocado por el arte” dice Acelo, aclara que su intención no era hablar directamente del 2006, pero si profundizar en sus contextos.

Se le pregunta su opinión sobre la Comisión de la Verdad  para hechos de sangre del 2006 y 2007, quienes han regresado al conflicto a la palestra pública al anunciar la consignación de siete antiguas autoridades municipales de San Antonino Castillo Velasco por la ejecución de un policía comunitario hace ya nueve años.

“Fue casual que el corto surgiera en este contexto. Yo tenía ganas de hacer algo en este momento, al final con recursos muy limitados, pues tuvimos que recrear policías federales, barricadas. La sufrimos mucho”.

Ruiz Villanueva asegura sin dudarlo que, del 2006 “se deben revisar los expedientes, quienes fueron los asesinos, quienes desaparecieron y quienes ordenaron las torturas”.

“No cabe duda que quien estuvo detrás fue Ulises Ruiz Ortiz en complicidad con el gobierno federal”.

Acelo sabe de este tema, su primer  cortometraje, La sangre indeleble, es el recuento de un juicio emprendido por una guerrilla urbana hacia un político asesino  y corrupto con un sospechoso parecido físico a Ruiz Ortiz.

Se le pregunta sobre si su visión para el castigo a Ulises ha cambiado con los años, ocho para ser exactos.  

“La ficción es abordar temas que no puedes hacer en la vida. Shakespeare no mató a su padre ni a su madre, pero abordaba estos temas permanentemente”.

“El tema de Ulises Ruiz esta prácticamente fuera de mi corto. Ese es un tema que esta mas en manos de la justicia y las personas, que de la ficción”.

Acelo insiste que su corto aborda “el conocimiento personal  y la represión que acaba con dos soñadores”.

“Que están ahí, empujando y viviendo su contexto y llevándolo hasta las últimas consecuencias”.

El informe final de la Comisión de la verdad se entregará en marzo de 2016, por lo que cabe la posibilidad que el 2006 repunte como tema de interés dentro de un contexto nacional. Se ler cuestiona a Acelo si esto no podría  llevarlo a convertir su corto en largometraje.

“No sé si más adelante haré un largometraje, pero esta historia acaba acá. Es un pequeño pedazo de la historia que viven dos personas, en un contexto de inmediatez tacita”.

“El corto tendrá su propia vida si es que la tiene, pues la verdad no lo hemos terminado, nos faltaron un par de secuencias, que haremos cuando consigamos más  recursos. Realizar un cortometraje estudiantil es muy complicado”.

Sobre si ahora en el país hay un 2006 por  todos lados, Acelo considera el arte es una de las herramientas para la sociedad en este momento.

“Así como se han hecho muchísimas películas de la Revolución Mexicana y de otros procesos históricos. También  se harán muchas más películas de 2006”.

“Y está bien, que se aborden, son sucesos que no pueden pasar desapercibidos. El cine tiene que llegar a las esferas de los momentos sociales que son más complicados y complejos”.

“Cada quien aportando una visión, la mía va desde dos chavos del movimiento de 2006, quienes son, que hacen, como piensan, que quieren. Yo personalmente conocí a esa gente y  puedo hacerlo”.

“Habrá quien lo haga desde el punto de vista del ciudadano sometido, o del policía golpeado o incluso desde los políticos asesinos”.

Acelo mira que, todo el mundo tiene un punto de vista, recuerda los comentarios de facebook que le decían, “ojalá digas la verdad”.

“Pero al final en este tema, hay muchas verdades. Yo solo estoy planteando una”.