71 maneras de perderse en una noche oscura

0
219

Gary es un soldado británico novato en el Belfast de 1971, la guerra del Reino Unido con el Ejercito Republicano Irlandés (ERI) está en  su apogeo y Gary (Jack O´Connell) tendrá el tino de quedar extraviado en calles que lo quieren muerto, después de un intento de escaramuza militar que termina con uno de sus colegas ejecutado y con un hoyo en la cara.

 

71 (2014) es la opera prima del director de series de la BBC , Yann Demange, y se trata por mucho de un thriller inteligente que renuncia en su totalidad al cliché y a las trampas ideológicas de los buenos contra los malos malos.

El Belfast de condominios de interés social y ladrillos rojos que recuerdan a las llamas, que nos presenta Demange es un hoyo negro, un paisaje oscuro durante una batalla eterna, en la que el ERI  dominó  y apabulló, gracias a la imposición invasora de la Reina , buena parte de la vida pública y política de la Irlanda del Norte de los setentas, que resultó en un control natal gracias a las decenas de atentados terroristas perpetrados por  esta organización.

La historia de Gary y su extravió le sirve al director para poner en solfa un universo que más que una batalla independentista parece una  guerra de gangsters, donde las traiciones no tienen  límites, los dobles agentes se vuelven triples y las personas a las que uno cree jugando para un bando en realidad están obedeciendo órdenes de un conclave que  se esconde indistinguible.

La actuación de O´ Connell le aporta a la cinta mucho de ese fuelle que desesperadamente requiere. El protagonista de Inquebrantable (Angelina Jolie, 2014) y Convicto ( David MacKenzie, 2013) vuelve a mostrarse como uno de los histriones más interesantes del cine contemporáneo.

Jack O´Connell  es un actor muy físico, al que no solo resulta interesante el cómo se mueve, sino el cómo no puede dejar de hacerlo.

 El joven ingles de 25 años, tiene esa agilidad inmediata del primer Marlon Brando, mezclada con una  furia irredenta del mejor Richard Burton, sumado todo en la humanidad de un tipo medio chaparron que apenas si pasa del uno setenta.

El nerviosismo y gravidez que O´Connell aporta, trasciende a su personaje para al final permear la película completa.

También está el cadavérico y siempre cumplidor Sean Harris (24 hora de gente fiestera, Red Riding, Prometeo) delirante como agente de su majestad  empoderado en las triples traiciones y en desactivar bombas que el mismo arma.

A estos dos actores se suman una serie de desconocidos histriones que ofrecen todo un zoológico de percepciones  que van desde un niño  de ocho años que habla groserías, fuma mucho, y se declara como el miembro del ERI más hijo de perra, hasta una madre soltera adicta y enamorada de un pistolero que no dudará en sacrificarla si de salvar el pellejo se trata.

71, recuerda en mucho al clásico de 1947, Larga es la noche, de Carol Reed, quien con una historia muy similar, nos presentaba a un legendario James Mason como irlandés nacionalista que huía de un fallido robo al banco para perderse en una Belfast que solo quería matarlo.

Aún así esta nueva expedición hacia la noche más letal tiene su propio estilo, y en definitiva, hará su propia historia.