Ante la ineficacia de las autoridades del Estado de México para resolver el feminicidio de Nadia Alejandra Muciño Márquez ocurrido el 24 de febrero de 2004, en su domicilio, ubicado en Cuautitlán Izcalli, a manos de su concubino, Bernardo López Gutiérrez, y de su cuñado, Isidro López Gutiérrez “El Matute”, María Antonia Márquez, madre de Nadia pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que realiza una visita en México, revise y atraiga el caso.
Durante su comparecencia, María Antonia comentó que Nadia fue asesinada en presencia de sus tres hijos, que en ese momento tenían cinco, cuatro y dos años respectivamente. Las investigaciones estuvieron plagadas de fallas pues “las mismas autoridades extraviaron dentro de sus propias instalaciones elementos de prueba y permitieron que se rompiera la cadena de custodia para que 2 días después se incinerara toda evidencia en el lugar de los hechos”, señaló la madre.
Además, expuso que el perito de criminalística, Michel Aceff Sánchez, responsable de la desaparición de los objetos de prueba, dictaminó que la muerte de Nadia fue producto de un suicidio a pesar de que sus nietos declararon ante las autoridades que su tío y su padre ser habían asesinado a su madre.
Después de tres años, fue detenido Isidro López y la Primera Sala Colegiada de Tlalnepantla le ratificó auto de formal prisión sustentándose en las declaraciones de los infantes. Sin embargo, en febrero de 2010, fue dejado en libertad después de que la misma sala colegiada y los mismos magistrados descalificaran los testimonios de los menores, argumentando que eran fantasiosos y que los infantes eran incapaces de distinguir una verdad de una fantasía.
Ante los hechos, María Antonia explicó al representativo de la CIDH que interpuso una denuncia en 2009 contra los servidores públicos involucrados en el caso QUE “por su negligencia y corrupción violaron nuestro derecho al acceso a la justicia y verdad, poniendo a mi familia en riesgo”, refirió
Asimismo, María Antonia acusó que en los últimos seis años, “la procuraduría del Estado de México, en su juego perverso de desgaste, ha estado jugando al no ejercicio y a revocar las averiguaciones previas”.
Por último explicó: “el 14 junio de 2012 fue detenido el concubino de mi hija y a tres años con ocho meses sigue el proceso judicial en su contra debido a que a la fecha no se han presentado los testigos ofrecidos por la defensa para desubicarlo del tiempo y el lugar en el que ocurrieron los hechos, a pesar de haber una sentencia de amparo por el retardo injustificado del proceso”.
