Tras la actualización de las Guías de Tratamiento de la Infección por VIH, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha urgido a garantizar el acceso universal a la terapia antirretroviral para cualquier persona diagnosticada con VIH, independientemente del recuento de células CD4, y a la profilaxis preexposición (PrEP) para aquellas que se encuentran en situación de alto riesgo de VIH.
En comunicado de prensa, la agencia para la salud de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que ambas intervenciones, si se adoptan e implementan de manera generalizada, podrían evitar 21 millones de muertes y prevenir 28 millones de nuevas infecciones a escala mundial en 2030.
“Estas nuevas directrices y recomendaciones constituyen un momento significativo en la respuesta al sida”, expresó Michel Sidibé, director ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH/sida ( ONUSIDA). “Los medicamentos e instrumentos médicos con los que ahora contamos nos brindan una oportunidad real de salvar millones de vidas en los años venideros y de poner fin a la epidemia de sida para el año 2030”.
Las directrices de la OMS, producidas con el apoyo de ONUSIDA, se publican como resultado del gran peso de las evidencias surgidas de investigaciones durante los últimos 12 meses. Estas incluyen datos de los ensayos clínicos y aleatorizados internacionales Temprano y START (sigla en inglés de “momento estratégico para el tratamiento antirretroviral”), los que hallaron evidencias convincentes de los beneficios de comenzar de inmediato la terapia antirretroviral. Los datos de los ensayos Temprano y START se producen tras una serie de hallazgos de investigaciones llevadas a cabo durante varios años que revelan los beneficios para la salud derivados de comenzar antes el tratamiento del VIH.
Varios estudios de investigación entre grupos de poblaciones en mayor riesgo de contraer la infección por el VIH también indicaron la eficacia significativa de la profilaxis previa a la exposición para reducir las nuevas infecciones por el VIH. Las nuevas directrices recomiendan que dicha profilaxis se ofrezca a toda persona en riesgo sustancial de exposición al VIH.
Asimismo, ayudarán a reforzar el enfoque de las Metas Urgentes de ONUSIDA, el que comprende un conjunto de objetivos a alcanzar en 2020. Estos objetivos incluyen al 90% de las personas que viven con el VIH en conocimiento de su estado serológico, 90% de las personas que conocen su estado serológico positivo en tratamiento y 90% de las personas en tratamiento con supresión de sus cargas víricas. También incluyen una reducción de las nuevas infecciones por el VIH en un 75% y la consecución de cero discriminación.
“Nos encontramos ante un momento decisivo en la respuesta al sida”, dijo Sidibé. “Sabemos qué funciona; ahora debemos anteponer a las personas y respetar por completo su derecho a la salud”.
De esta manera, ONUSIDA reafirma la importancia de respetar el derecho de las personas a conocer su estado serológico y a decidir si desean comenzar el tratamiento antirretroviral así como el momento de inicio del mismo. Las decisiones con respecto al tratamiento y la prevención del VIH deben ser voluntarias y tomadas con conocimiento. Para poder administrar la terapia antirretroviral y la profilaxis previa a la exposición de forma más amplia y equitativa, serán precisos mayores esfuerzos para franquear las barreras sociales y legales que impiden el acceso a los servicios de salud para las personas que viven con el VIH y los grupos de población en riesgo elevado de infección y marginados.