En una inesperada vuelta de tuerca al conflicto y confrontación que ha representado la construcción del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO) en el Cerro del Fortín, entre algunos sectores de la sociedad civil y el gobierno del Estado, este ha anunciado mediante un comunicado de prensa que está obra será reubicada en su localización.
“Aun cuando el proyecto del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO) cuenta con toda la viabilidad técnica, así como con los estudios de impacto ambiental, geológicos y geotécnicos, factibilidades y permisos correspondientes, el Gobernador Gabino Cué Monteagudo, tomó la determinación de cambiar la sede de este proyecto estratégico turístico y económico, con el propósito de garantizar la unidad de la sociedad oaxaqueña”.
Se puede leer en el escrito enviado por comunicación social de Gobierno del Estado, el cual ha sido recibido en redes sociales con una mezcla de júbilo, asombro y franca incredulidad.
“Hasta que no vea a Gabino Cué haciéndolo oficial, no lo creeré. Espero con el corazón que sea cierto y no una mala broma. Es algo tan serio que un boletín no respalda esta decisión, hace falta un anuncio oficial”
Se podía leer en el muro de una usuaria de red social, y no es para menos, pues esto concluye, al menos por el momento, la abierta confrontación que en poco más de diez meses se ha venido dando y gestando entre un grupo de ciudadanos liderado por el pintor Francisco Toledo y funcionarios del gobierno estatal, cuyo propósito de edificar el CCCO ha tenido en el titular de la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico (STyDE) José Zorrilla, a su principal precursor y artífice.
Toledo y un grupo conformado por allegados a su asociación PRO-OAX, vecinos de la faldas del Cerro del Fortín y espontáneos y espontaneas por la causa “Si al CCCO, pero no en el Cerro del Fortín”, han señalado desde el principio el conflicto de intereses existente en el hecho de que el secretario Zorrilla haya propuesto la construcción de este garante turístico precisamente al lado del hotel del cual él es el principal accionista.
Además de señalar hecho de que se estaría atentando contra una reserva ecológica, se le recetaría un daño al paisaje urbano y se estaría edificando una construcción para 1500 personas en una pendiente en vertical en una ciudad, Oaxaca, con una sísmica tradición milenaria.
Por lo pronto, la primera etapa para la construcción del CCCO, un estacionamiento para 600 vehículos (con un costo de 140 millones de pesos) está en marcha y pronto terminara de edificarse. Este estacionamiento, está siendo edificado sobre un parque público llamado” Parque de la amistad”, que los partidarios anti CCCO y ciudadanos en general echaron en falta solo hasta que fue destruido.
Esto también pone fin (por lo pronto) a la guerra de declaraciones entre Toledo, el gobernador Gabino Cué, el secretario Zorrilla (cuya Secretaría incluso llegó a organizar un concierto en el auditorio Guelaguetza de la cantante Alejandra Guzmán en apoyo al CCCO en el Fortín) y del edil Javier Villacaña, quien se subió al ring al certificar que la construcción del estacionamiento contaba con el permiso legal del Ayuntamiento y decir que Toledo y los suyos cayeron en “conductas que provocan la confrontación”.
Incluso el gobierno del Estado gastó más de tres millones pesos en una campaña publicitaria para ganar un sí por el CCCO en una consulta pública organizada de manera expresa por el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), que a su vez tuvo un costo de 3.5 millones de pesos, se desarrolló sin una lista nominal vigente del actual padrón electoral y resultó en una denostada y cuestionada victoria del sí con un 8.96 por ciento de participación ciudadana.
Otros detalles de esta rocambolesca jornada de casi un año de duración incluyen a la supuesta representante de la UNESCO, Harriet Turner, inolvidable con un look peculiar de estilo tirolés, de quien al final la propia UNESCO terminó desentendiéndose en su representatividad.
La confrontación entre Toledo y un grupo de ciudadanos afines a su causa, quienes llegaron a clausurar simbólicamente la construcción del estacionamiento siendo repelidos a cohetones por un beligerante grupo de trabajadores de la CTM, que de simbólicos no tuvieron nada, resultando todo en una persona herida en una pierna por cohetón del que por más que lo intentó no pudo esconderse.
Además por supuesto del pintor Markoa Vázquez y su huelga de hambre de casi dos meses en la plaza del Centro Cultural Santo Domingo, por la no construcción del CCCO en el Fortín, huelga de la que, contra todos los pronósticos, salió caminando.
O la acusación del reputado pintor Sergio Hernández al gobernador Gabino Cué, quien se subió de última hora al tinglado CCCO acusando al gobernador de ser poseedor de una casa blanca de siete millones de dólares, sin mayor prueba que haber sido invitado a departir ahí con su antes camarada.
A lo cual el gobernador respondió que la casa no era suya, sino de su familia.
Las razones para este revire del gobierno estatal pueden ser varias. Una que finalmente cedió ante la presión nacional y en búsqueda de un resguardo de su propio capital político frente a las elecciones del próximo año, decidió dar marcha atrás.
Otra es que el recurso de construcción de 600 millones de pesos finalmente se haya visto malogrado, retenido o en peligro frente a realidades tacitas como que muy difícilmente la Secretaría de Comunicaciones y Transportes iba a dar el permiso para construir un puente sobre una carretera federal.
Lo cual puede desentrañarse en el párrafo del comunicado del gobierno del Estado donde se señala que el gobernador dio instrucciones a los titulares de las Secretarías de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial (SINFRA), de Turismo y Desarrollo Económico (STyDE), Administración (SA) y Finanzas (SEFIN), y al director general del Fideicomiso para el Desarrollo Logístico de Oaxaca (FIDELO), para que a la mayor brevedad determinen el lugar de la reubicación del CCCO.
Ahí se lee que “además de realizar los ajustes al proyecto ejecutivo y se obtengan los permisos federales, estatales y municipales que se requieran, así como la adecuación de los mecanismos administrativos y financieros que permitan la puesta en marcha de la obra”.
Por lo pronto las preguntas de quien será finalmente el ganón de la administración del estacionamiento (el cual en tiempos de los lunes del Cerro será un pingüe negocio), y los reconocimientos para el pintor Francisco Toledo, no se están haciendo esperar.
Toledo ha declarado ya que cuando se enteró de la noticia supuso que era día de los inocentes, y fiel a su economía personal de casi cualquier cosa, definió que este no es un triunfo para el cada vez más encendido culto a su personalidad
“No, es una batalla ganada por el pueblo, por los vecinos de las colonias en el Fortín, y para todos. Yo solo proteste como cualquier ciudadano que defiende el patrimonio de los que vienen, y nada más”.
Así, este periplo público de más de diez meses que aguarda todavía saber donde será la nueva ubicación del CCCO por parte del gobierno estatal, el cual en el año y dos meses que le queda de gestión, se antoja complicado que finalmente pueda ser concluido.
Finalmente hoy los oaxaqueños se están amaneciendo con la noticia de que el mayor debate público que concentro sus opiniones durante los últimos diez años, se ha resuelto en el total anticlímax.
