Sin ninguna duda que el gobernador Gabino Cué, acertó en la decisión, de cortar por la sano, y suspender la construcción del Centro de Convenciones en el Cerro del Fortín. Las protestas eran alarmantes, en aumento y ya alcanzaban el ámbito nacional e internacional. Lo único malo es que dejó en situación muy cuestionable, prácticamente colgados de la brocha, a quienes se prestaron al juego artificial de legitimar el proyecto.