Concluyó la 35 Feria Internacional del Libro de Oaxaca, FILO 2015, con la libertad de expresión como tema en un país con libertades cada vez más acotadas.
Destacados periodistas, cronistas, analistas mexicanos y extranjeros se dieron cita; Lydia Cacho, Jenaro Villamil, Rafael Rodríguez Castañeda, John Lee Anderson, Alberto Salcedo Ramos, Héctor de Mauleón, Temoris Grecko, Juan Villoro, Fabrizio Mejía Madrid, Diego Osorno, Zineb El Rhazoui, Sergio Aguayo, Sabina Berman, entre algunos otros dieron cuenta en Oaxaca del actual estado de las cosas en el terreno informativo de un país social y políticamente siempre al borde de la convulsión.
Se habló de que la libertad de expresión parte también de una decisión personal, de unas ganas de decir las cosas en las que de nada vale que se pueda tener la libertad para expresarlas si no se aspira a decir conscientemente la verdad.
Se trataron las rémoras del periodismo oficialista y el como la libertad de prensa es un cálculo que no le gusta al actual gobierno federal, cada vez más debilitado y con su campo de acción haciendo humo.
Pero también se habló sobre los peligros del actual panorama convulso reditué en el advenimiento de un periodismo militante. Que las matanzas, desapariciones forzadas e ineptitud e indolencia gubernamental polarice cada vez más a la prensa mexicana, situándola en los extremos del espectro, lo cual redunde en información sesgada, sectaria, partidaria, poco clara y a la larga, mentirosa.
Los homenajes a las trayectorias del monero Rogelio Naranjo y el cantautor Jaime López fueron clave para el éxito del evento, Este último redundando en un concierto que maravilló a quienes conocían y hasta a los que no conocían la obra del creador de Tres Metros Bajo Tierra.
Finalmente algo a destacar es el hecho de que como nunca antes, la presencia de las y los escritores oaxaqueños se dio cita como nunca antes en la FILO. Abundaron las mesas de debate en el que los escritores, periodistas locales propusieron, reflexionaron, presentaron su trabajo y obra acompañaron la presentación del trabajo de las figuras nacionales.
Para la edición que viene, al parecer estará dedicada a la literatura y escritores chilenos, la FILO tendrá el desafío de mantener o no, y enriquecer o no esa puerta que le ha abierto al talento local.
En palabras de un periodista nacional, la FILO perdió en impacto mediático al no contar en esta ocasión con el componente temático internacional (como el año pasado y la calidad de Colombia como país invitado) a lo que había que agregar que eso fue lo mismo que ganó en validez ante el talento local que hasta ahora básicamente había ignorado.
La FILO en esta edición 2015, ratificó su calidad de evento cultural más importante del año.