El francés piensa que lo sabe todo sobre los no franceses: Chevillard

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“Francia no es un país racista, es más bien paternalista. Ha colonizado muchos países, y es por eso que el francés tiene esta arrogancia y pretensión de pensar que conocen más un país que los propios habitantes que siempre han vivido en el”.

Eric Chevillard  describe a su raza y está en Oaxaca para presentar durante la FILO2015 su primera novela  traducida al español, Oreja Roja. Llega a un encuentro con la prensa oaxaqueña acompañado de un agregado cultural de la Embajada Francesa, con cara asustada quien advierte de antemano que lo disculpen, pero que apenas lleva dos años de hablar español.

Chevillard cuenta que el protagonista de su novela es un francés que tiene mucho miedo a los viajes, pero que aun así decide embarcarse en un viaje a un país africano en el que cree que encontrara elefantes e hipopótamos, pero solo encuentra mosquitos y cabras.

“Es un libro sobre la representación del estereotipo y los clichés. Sobre el choque entre la imagen del país y lo que descubre”.

Masculla el improvisado traductor ante un grupo de reporteros oaxaqueños en el que ninguno parece hablar francés.

“El escritor poco a poco va cambiando su visión, como va cambiando de color por la acción de sol Con prejuicios que lo enfrentan a una realidad que lo rebasa”.

El traductor dice que el protagonista del libro quiere encontrar un hipopótamo, pero antes de continuar voltea a ver al escritor, y le pregunta algo en francés. Antes de traducir la respuesta de esta , los dos ríen. La traducción nunca llega a los reporteros.

“Al descubrir el país, los prejuicios  del personaje se desdoblan. Mi libro también juega con los clichés de la literatura de viajes. El mío es un conquistador ridículo que se mueve por un país que no comprende”.

Una reportera hace una pregunta sobre un posible boom de la literatura francesa en Reino Unido, el traductor traduce al autor, este contesta, los dos ríen y el traductor saca una bastante inesperada.

“Esa no la podemos contestar. Pero te puedo decir que  en Francia el estilo literario es más importante que en otros países”.

El traductor y agregado cultural  que nunca se identifica formalmente, o si lo hace nadie le entiende a la fonética gala de su nombre , dice que la editorial de Oreja Roja en español, Almadía, tiene buscadores de talentos que buscan literatura de otros países para traerla a México y Latinoamérica.

Finalmente se cuestiona a Chevillard sobre la literatura y su papel frente a la libertad de expresión.

“El escritor debe trabajar sobre el mundo, describirlo. Para un escritor cambiar al mundo es nombrarlo, hablar de él”.

Al que nadie puede nombrar con claridad es en la foto de esta nota. Pues la diferencia entre escritor francés y traductor francés que traduce lo que dice, es ninguna.