Por: Rodrigo Islas Brito
La historia del Soldado, “obra de cámara para ser leída, tocada y danzada”, según su autor, el músico y compositor ruso, Igor Stravinsky, será representada en el Teatro Macedonio Alcalá este viernes 20 de septiembre, con dedicación especial para el pueblo de Francia, y sobre todo en la memoria de las 123 víctimas de los siete atentados terroristas suscitados en París el pasado viernes .
“Lo que está sucediendo en el mundo es algo incomprensible. En un mundo globalizado a todos nos afecta lo que está pasando. Hay una violencia tremenda, espantosa. Nos duele Ayotzinapa y también nos duele la barbarie sucedida en el Bataclán”.
Destacó Ignacio Toscano, director del Festival Instrumenta, bajo cuyo programa de actividades se lleva a cabo esta representación, apuntando además que la razón del alma humana es la de no desfallecer, ni fanatizarse. Para cuyo propósito la expresión artística ocupa una posición fundamental.
Los paralelismos con la actual situación mundial se dan en el momento de rememorar, como el mítico ruso escribió esta obra en 1917, después de haber huido de París, Francia, a raíz de la irrupción de la Primera Guerra Mundial en toda Europa, exiliándose en Lausanne, Suiza.
“Estamos en una situación mundial especialmente dura, en un momento muy peligroso. Este tipo de obras nos ponen a pensar en cómo se dan nuestra s relaciones internacionales hoy en día, y también las interpersonales. En el cómo nos estamos relacionando todos con este mundo en el que estamos explotando”.
Comentó el reputado obista británico, Nigel Shore, director concertador del espectáculo. Mientras que su directora de escena, la también dramaturga y gestora cultural María Morett opino que la solidaridad no irá solamente para Francia, sino para todas las victimas de guerras, bombardeos y terrorismo en el mundo.
“Los textos que se utilizan en esta historia no son trágicos, son alegres y hablan sobre los valores que a veces tenemos para las cosas. La gente se pelea, destruye ciudades, ocasiona guerras, por intereses que muchas veces son solo dinero. Si todos realmente nos vamos a morir un día, deberíamos de interesarnos por cosas que realmente valen la pena”.
Por su parte el músico y curador Víctor Rasgado, director del festival Eduardo Mata, coproductor del concierto, destacó que esta representación llevará en sus filas a una gran mayoría de músicos oaxaqueños, situación que nunca antes se había suscitado.
Todo esto inscrito dentro de una historia que cuenta el encuentro entre un soldado violinista que le vende su alma al Diablo, representada en un hermoso violín. A lo que Satanás responde regalándole un libro. El problema surge cuando los dos caen en cuenta de que el solado no sabe leer, ni el Diablo sabe tocar el violín.
Finalmente Ignacio Toscano, hizo una última referencia al caos pan nuestro de cada día.
“Debemos tener memoria, memoria de lo que está pasando y de lo que queremos construir. Aquí en Oaxaca todos somos testigos de lo que destruye”.
