Por Animal Político
Los países desarrollados exportan más de la mitad de los bienes culturales que se intercambian en el mundo, como la música y productos audiovisuales. Esto reta a los gobiernos de países en vías de desarrollo a establecer políticas que favorezcan un flujo cultural equilibrado, concluye el estudio “Repensar las políticas culturales”, elaborado por la UNESCO.
La exportación de bienes culturales(música, la innovación, las artes visuales, películas, artes escénicas, museos, radio, materiales digitales y bibliotecas) en el mundo asciende a 212.800 millones de dólares; de ello, 46,7% es generado por los países en vías de desarrollo lo que representa un incremento con respecto a 2004 cuando llegó a 25,6%.
Sin embargo, el progreso se debe a las exportaciones culturales de China e India, que compiten cada vez más con los países desarrollados. Si no se toma en cuenta a estas dos naciones, los bienes culturales sólo ha aumentado 5% entre 2004 y 2013 entre el resto de países en vías de desarrollo.
El estudio –presentado este jueves 17 de diciembre– analiza el impacto de la Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de la UNESCO, pactada en 2005 y ratificada por 140 estados.
Entre los objetivos de la convención está: apoyar sistemas de gobernanza cultural sostenibles; lograr un flujo equilibrado de servicios y bienes culturales, incrementando la movilidad de los artistas y los profesionales de la cultura; integrar la cultura en marcos de desarrollo sostenible, y promover los derechos humanos y las libertades fundamentales.
El reporte advierte que una de las razones que impide el “flujo balanceado” de bienes y servicios culturales, es que los artistas aún no pueden desplazarse libremente en ciertas partes del mundo pese a la supresión de restricciones.
Por ello, la UNESCO recomienda que los países implementen políticas que favorecen la movilidad de los artistas y otros profesionales culturales, especialmente aquellos que provienen de países en vías de desarrollo, que son vitales para que puedan ampliar su acceso a nuevos mercados, y oportunidades de colaboración.
En contraste, la expansión de las redes sociales y de contenidos producidos por usuarios, la difusión de los aparatos multimedia conectados, y la explosión de la cantidad de información disponible, ha favorecido la aparición de nuevos actores y de nuevas formas de pensar.
Esta “revolución” no se debe a la acción de los países industrializados, pues varias regiones del Hemisferio Sur han tenido progresos, particularmente en el campo de la conectividad; mientras que en África, el índice de penetración de la telefonía móvil se multiplicó por tres entre 2007 y 2012.
Además, la tecnología permite la difusión de nuevas voces en los medios de comunicación de servicio público como los periodistas ciudadanos y los productores de cine independiente.
El análisis afirma que “el entusiasmo de los jóvenes por la creación cinematográfica nunca ha sido tan fuerte”, pues la producción de películas de ficción en los países en vías de desarrollo aumentó de forma significativa entre 2005 y 2010, al pasar de 3% en 2005 a 24% en 2013. Y la producción de documentales pasó del 1 al 25% en ese mismo período.
India es el líder mundial en la producción cinematográfica al realizar mil películas al año. Mientras que los países en desarrollo representan más de 50% de la producción cinematográfica con 7 mil películas para salas de cine.
Sin embargo, la UNESCO advierte que la evolución digital también impactan de manera negativa en la diversidad lingüística porque 80% de los contenidos lingüísticos en línea están en inglés, chino, español, japonés, portugués, alemán, árabe, francés, ruso, y coreano.
Otro problema señalado por el informe es la concentración de poder por parte de los gigantes de la red, lo que fragiliza el acceso a una diversidad de opciones culturales. “A pesar de que las plataformas ofrecen una amplia gama de ofertas culturales, el hecho de que controlen no sólo las ventas, sino también la comunicación y los algoritmos de recomendación, genera un problema”, según el informe.
Entre las ventajas de la era digital es que cada vez más los creadores están utilizando intensivamente nuevas tecnologías para generar contenidos online en plataformas como YouTube y Wikipedia y el comercio electrónico está creciendo cada vez más rápido. Esto puede constituir una ventaja para las industrias culturales locales, pero al mismo tiempo, puede ser un riesgo para los actores pequeños y medianos, si se considera el avance de las grandes plataformas.
Entre los retos para los países detectados por la ONU está: facilitar el acceso de las mujeres a ciertas profesiones de la cultura, facilitar la movilidad de los artistas en el Hemisferio Sur, e integrar la dimensión cultural en las estrategias de desarrollo sostenible.
Uno de los problemas detectados para los creadores es la restricción a la libertad artística que genera pérdidas económicas y priva los priva de su capacidad de expresión y de sus medios de subsistencia.
Además, no existen registros precisos sobre las amenazas a la libertad artística porque a veces no son denunciadas, a diferencia de las amenazas contra periodistas y profesionales mediáticos.