La Jornada
Misceláneas y tiendas de abarrotes no elevaron los costos por la caída de las ventas: Anpec
Los precios de diversos productos de la canasta básica, como arroz, frijol, pasta para sopa, leche, bistec de res, pescado, jamón, salchichas y azúcar, así como medicinas y productos de higiene personal, se incrementaron entre 5 y hasta 17 por ciento en 2015, de acuerdo con cifras oficiales.
Si bien hasta la primera quincena de diciembre los alimentos en general registraron una inflación de sólo 1.26 por ciento, menor a la de 1.89 correspondiente a todos los servicios y productos contabilizados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los mexicanos ya han tenido que pagar, por ejemplo, cinco pesos más que hace un año por un kilo de galletas de animalitos (subió de 34 a 39 pesos) o por un six de cerveza Corona (de 68 a 73). También seis pesos adicionales por una bolsa de dos kilos de azúcar morena (pasó de 27 pesos a 33 ) o una lata de 360 gramos de leche Nido para lactantes (costaba 49 pesos y ahora vale 55), y más de siete pesos por un kilo de jamón americano de pavo y cerdo Kir (se vendía en 75 y el precio promedio actual es de 82).
Destaca el caso del kilo de bistec de espaldilla, que este año se encareció 20 pesos. En diciembre de 2014 costaba en promedio 123 pesos y este mes se consigue en 143, de acuerdo con reportes del Inegi y de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
En menor medida, con aumentos de 50 centavos a cuatro pesos, también se han encarecido la harina de trigo, las hojuelas de avena, el atún, el pan de caja Bimbo (subió 3.36 pesos en el año), el café soluble, las salchichas, los chiles en lata y el frijol, aunque otros productos bajaron de precio.
Las medicinas acumulan una inflación de 5.91 por ciento, y los artículos para el cuidado y aseo personal de 2.89. La pasta dental, por ejemplo, se encareció 5 por ciento, las navajas y máquinas de afeitar 8.38, las toallas sanitarias 6.56 y los pañales 3.79.
Los aumentos a alimentos y productos mencionados contrastan con el salario mínimo que entrará en vigor en 2016, para el cual se autorizó un incremento de sólo 4.2 por ciento o 2.94 pesos, pues pasó de 70.10 a 73.04 por día.
Poca movilidad en la economía
Cuauhtémoc Rivera, dirigente de la Alianza Nacional de los Pequeños Comerciantes (Anpec), afirmó que el alza de precios a alimentos no ha sido generalizada en misceláneas y tiendas de abarrotes, pero lo atribuyó al estancamiento o caída en las ventas que han padecido durante 2015.
No hay inflación, pero esto ya parece deflación, lo cual significa que si los precios no aumentan es porque la economía no se mueve, aseveró. Además, recordó que para sobrevivir y mantenerse en el mercado, tanto los pequeños negocios como proveedores, incluyendo las grandes empresas de la industria alimentaria, como las refresqueras, han adoptado diversas alternativas.
Los abarroteros han incluido la venta de productos artesanales o a granel, porque resulta más barato y los solicitan los clientes. Sus proveedores han reducido la presentación de sus productos y ofrecen diversos tamaños para mantener sus marcas.
En los anaqueles de los changarros y supermercados se detecta, por ejemplo, que el frasco más económico y pequeño de Nescafé ya no es de 100 gramos, sino de 95; las bolsas de frijol y detergente dejaron de ser de un kilo, pues ahora son de 950 o 900 gramos, según la marca. Hasta los jabones de tocador se redujeron de 200 o 150 gramos a 180 y 135, respectivamente, aunque sin que se abaraten los precios.
En el seguimiento de precios que realizan el Inegi y la Profeco queda constancia de lo anterior: incluían una lata de leche en polvo Nido de 380 gramos, pero la actual es de 360. El precio se incrementó 2.42 pesos o 6.2 por ciento este año, pese a la reducción de tamaño. La caja de galletas saladas Gamesa antes era de un kilo, y ahora es de 770 gramos. El paquete de gelatina D’gari se redujo de 170 a 140 gramos, pero en estos casos si bajó el costo.
Cuauhtémoc Rivera destacó que, a diferencia de lo que sucedió en diciembre de años anteriores, esta vez no hubo alzas en el comercio minorista, pero no descartó que ocurran en 2016, porque así han llegado a advertírselo los proveedores por el encarecimiento de insumos.
De enero de 2005 a julio de 2015 el alza de precios de los alimentos fue de 76.7 por ciento, cuando la de todos los productos llegó a 49.6 y la de productos no alimenticios fue de 35.1, demostró la Comisión Federal de Competencia Económica en el reporte sobre el mercado agroalimentario que dio a conocer a principios de este mes. Con ello, México se ha mantenido por arriba de los incrementos en alimentos registrados entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.