Diplomáticos iraníes abandonan Arabia Saudita

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Por Agencias EFE

Los miembros de la Embajada iraní en Riad y del consulado de la república islámica en la ciudad saudí de Yeda abandonaron hoy el país desde Riad en un avión privado de una empresa iraní, informó la agencia saudí de noticias, SPA.

Los miembros del consulado de Yeda llegaron anoche a Riad para unirse al grupo de diplomáticos residente en la capital saudí, desde donde partieron hacia Teherán.

Según la SPA, las autoridades saudíes ofrecieron todas las facilidades y tomaron las medidas necesarias para su salida del país.

La noche del día 3, el ministro saudí de Asuntos Exteriores, Adel al Yubeir dio al embajador iraní y al resto del personal diplomático en el país un plazo de 48 horas para abandonar Arabia Saudita, tras la ruptura de relaciones diplomáticas entre Riad y Teherán.

Al mismo tiempo, Al Yubeir anunció que Arabia Saudita rompía relaciones con Irán tras el asalto, la noche anterior, a la Embajada saudí en Teherán y a su consulado de la ciudad iraní de Mashhad.

El ataque a las legaciones diplomáticas saudíes en Irán se produjo horas después de que las autoridades de Riad ejecutaran al prominente clérigo y dirigente chií Nimr Baqir al Nimr y a otros 46 reos condenados a muerte, lo que provocó las críticas de buena parte de la comunidad chií.

TENSIÓN EN EL GOLFO PÉRSICO
La ejecución de Al Nimr por las autoridades de Riad aumentó la tensión entre Arabia Saudita, por un lado, e Irán y los chiíes de Oriente Medio por otro, que ya se enfrentan en varios conflictos en la región.

Otros gobiernos suníes como Bahrein y Sudán también rompieron relaciones diplomáticas con Irán, mientras que Emiratos Árabes Unidos y Kuwait se limitaron a reducir su representación oficial.

El presidente iraní, Hassan Rohani, consideró ayer que la ruptura de las relaciones diplomáticas de Arabia Saudita con Teherán no resarce “el gran crimen” cometido por las autoridades saudíes de haber ejecutado a “un líder religioso”.

Al Nimr fue ejecutado el pasado sábado después de que en octubre de 2014 el Tribunal Supremo confirmara su condena a pena de muerte por desobedecer a las autoridades e instigar a la violencia sectaria.

Al Nimr, que goza de una alta posición en la jerarquía religiosa chií, fue condenado a muerte por desobedecer a las autoridades e instigar a la violencia sectaria con el apoyo a las protestas contra el Gobierno saudí en 2011 y 2012.