Sean Penn lo encontró primero: El Chapo Speaks

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Por Rodrigo Islas Brito

“Sean Penn lo encontró primero”, se podía leer en uno de los tantos comentarios que acompañan a las posteadas de la fotografía en la que el histrión, cineasta y periodista ocasional se da la mano con el dos veces prófugo y hoy nuevamente recapturado narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán.

El encuentro entre los dos se dio en octubre del 2015, en alguna sierra del norte de México, con el Chapo prófugo de su subterránea prófuga del penal del Altiplano, por intermediación de la actriz Kate del Castillo, quien hace casi cuatro años hiciera pública una carta de admiración al narcotraficante, donde lo invitaba entre otras cosas, “a traficar con el bien” y a “quemar puteros donde la mujer no vale más que una cajetilla de cigarros”.

“Las leyes de la conciencia, lo que pretendemos ser, deriva de la naturaleza, proceden de la costumbre.” Es la frase del escritor y filósofo renacentista Michael de Montaigne que da inició al artículo “El Chapo speaks” que de Penn se ha publicado en la página web de la revista Rolling Stone. Justo dos días después de la tercera captura a sangre y fuego de su mundialmente conocido entrevistado.

En la crónica- entrevista, Penn, quien ha tenido ya en el pasado embates periodísticos como una entrevista al escritor Charles Bukowski, o un reportaje de su visita a la Venezuela bolivariana de Hugo Chávez, a la que calificó como “esa gran nación que esperaba encontrar”, menciona apenas en el tercer párrafo en relación a Guzmán Loera que “fue este presidente de México el que había accedido a vernos”.

Penn dice en su escrito desde un principio que no quiere hacer una apología ni del Chapo, ni del narcotráfico, declarándose consciente de su poder destructor y sanguinario, de sus alcances y sus víctimas. Califica a la guerra contra el narco como un fracaso con “familias diezmadas e instituciones corrompidas” y “con un máximo de 27.000 homicidios relacionados con las drogas en México en un solo año”.

Sin embargo mira al Chapo no como un criminal sanguinario, quien según datos oficiales como jefe y fundador del cartel de Sinaloa tuvo participación directa en el asesinato de más de tres mil personas, sino como “un hombre de negocios”, del que señala que se escapó de dos prisiones de máxima seguridad sin ningún tipo de violencia.

“¿Te consideras una persona violenta?” se le pregunta a Loera, a lo que él responde con un “No señor”.

“Mira, todo lo que hago es defenderme, nada más. ¿Pero que yo ande buscando problemas? jamás”.

Dice el Chapo en uno de los videos hechos llegar a Penn por intermediación de Del Castillo, en los cuales el narco respondió a las preguntas que el actor le envió y que le leyó un subalterno, resaltando además el hecho de que según versiones periodísticas, Kate del Castillo es la jefa y coordinadora del biopic que sobre su vida y sus hazañas el narcotraficante está buscando producir en Hollywood. Deseo que según la Procuraduría General de la República lo llevó finalmente a regresar por tercera vez a una celda.

“No suelo beber, pero yo quiero beber con usted”, refiere Penn que Loera con tequila en mano le dijo a del Castillo durante la única reunión física que los tres personajes sostuvieron, en la cual el ganador del Oscar por Río Místico y Milk, describe a la recibida que el criminal le dio a la actriz como la “bienvenida que un padre le da a su hija cuando regresa de la universidad”.

De los políticos mexicanos y extranjeros de primer y segundo nivel, de cuya posible complicidad el narcotraficante tuvo forzosamente que hacer uso para levantar el emporio económico que lo llevó a ser declarado por la revista Forbes como uno de los cien hombres más ricos del mundo en el 2009, el encuentro Penn- Chapo se limita demasiado.

“Ellos van hacer sus cosas y yo hago las mías”. Dice el Chapo al tiempo que le aclara a Penn que no quiero ser retratado como una monja.

En su relato el actor da cuenta de cómo constató el poder corruptor del Chapo al pasar sin problemas un reten militar en su camino mexicano a la entrevista, en el que los soldados reconocieron a uno de sus acompañantes, Alfredo Guzmán, hijo del Chapo, de quien Penn da cuenta de su galanura, de “su reloj de pulsera que puede valer más que el dinero alojado por los bancos centrales de la mayoría de los países en el mundo”, y la posición de su hermano Iván para suceder a su padre en la conducción de su imperio

“Cedo a la sensación de seguridad que ofrece la tranquilidad del Chapo y sus hombres”, dice el cronista sobre el desarrollo de su encuentro con el Chapo y sus hombres, cinco de los cuales cayeron abatidos durante la recaptura de hace unos días de su jefe.

Penn cuenta como el Chapo le confió que “podría aspirar al sector energético, pero que sus fondos, siendo ilícitos, restringen sus oportunidades de inversión”.

“Él cita (pero me pide no nombrarlas en forma impresa) una serie de grandes corporaciones corruptas, tanto en México como en el extranjero”

El cineasta comenta que el Chapo aseguró que mira a estas empresas con desdén, aunque a través de muchas de ellas su dinero fue lavado, tomando estas su propio trozo cínico del pastel del narco.

Cuestión que destaca al hacerse recientemente públicas las intenciones de los gobiernos mexicano y estadounidense de interrogar en calidad de testigos y a propósito de su encuentro con el Chapo”, lo mismo a Penn que a la organizadora y traductora del encuentro, Kate del Castillo, de quien se sabe fue contactada por abogados de Loera, meses antes de su segunda fuga de un penal mexicano de alta seguridad.

“Puedo proporcionar más heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana que nadie en el mundo. Tengo una flota de submarinos, aviones, camiones y barcos”.

Presumió Loera a Penn, a lo que este le preguntó, “¿De todos los países y culturas con las que usted hace negocios, cual es el más difícil?”

“Ninguno” respondió un sonriente Chapo, situación sobre el actor consideró que no hay político que podría responder a la misma pregunta tan claramente

“¿Qué pasa con la violencia que se adjunta a su tipo de actividad?”, preguntó el actor.

“En parte, esta viene porque algunas personas ya crecen con problemas, y hay algo de envidia y tienen información en contra de otra persona. Eso es lo que crea la violencia”.

Respondió el Chapo, afirmando después que “el tráfico de drogas ya forma parte de una cultura que se originó a partir de los antepasados. No sólo en México, sino en todo el mundo”.

Que lo suyo no es un cartel, “porque las personas que dedican su vida a esta actividad (el narcotráfico) no dependen de mí”

Penn cuenta que al momento de su encuentro de siete horas con el jefe del cartel de Sinaloa, en una zona de seguridad poblada por bungalows, su paranoia lo llevó a escuchar sierras y salpicaduras de sangre, que el Chapo le dijo que una vez conoció a Pablo Escobar Gaviria y que en este encuentro esperaba contar con la presencia de su señora madre, que lo conoce mejor que nadie, y que no se pudo dar por cuestiones de “logística”.

En sus respuestas el Chapo también aseguró que se metió al tráfico de drogas porque la pobreza no le dejó de otra, y consideró que si existen diferencias de cuando él empezó en el negocio, a como este camina hoy en día, pues actualmente hay un montón de drogas, contrastando con el hecho de que en sus comienzos lo único que había era marihuana y amapola.

Dijo que de ningún modo considera que sus actividades criminales tuvieran un gran impacto sustancial en México, pues “el tráfico de drogas no depende de una sola persona. Depende de un montón de gente”.

“¿Cuál es su opinión acerca de quién tiene la culpa aquí, los que venden drogas, o las personas que usan drogas y crean una demanda para ellos? ¿Cuál es la relación entre la producción, la venta y el consumo?”

“Si no hay consumo, no habría ninguna venta. Es cierto que el consumo, día tras día, se hace más y más grande. Por lo que vende y vende”

“El aguacate es bueno para usted, la cal es buena para usted, la guanábana es buena para usted. Pero nunca oímos a nadie hacer cualquier publicidad con respecto a las drogas. ¿Han hecho algo para inducir al público a consumir más drogas?”.

“De ningún modo. Lo cual llama la atención. La gente, en cierto modo, quiere saber lo que se siente o cómo son los gustos. Y entonces la adicción se hace más grande”.

Del futuro de sus hijos e hijas dijo que lo ve bien.” Ellos se llevan bien. La familia es pequeña”. De las drogas recordó que alguna vez las consumió pero que no ha probado droga alguna en los últimos 20 años.

De si por su más reciente escape, sobre cual el Chapo compartió que mando a un grupo de hombres a entrenarse a Alemania para construir el túnel que finalmente lo mantuvo en libertad por casi siete meses, dijo que nunca pensó en hacer daño a nadie.

“Todo lo que hice fue pedirle a Dios, y las cosas funcionaron. Todo era perfecto. Yo estoy aquí, gracias a Dios”.

A petición de Penn, el Chapo se define como una persona que no está en busca de problemas de ninguna manera, pero que los encuentra de cualquier manera. Como alguien que pese a que su giro de trabajo podría hacer pensar lo contrario, no quiere terminar sus días en un tiroteo, sino conocer el final gracias a una muerte natural.

“Teniendo en cuenta lo que se ha escrito sobre usted, lo que se puede ver en la televisión, se dicen cosas sobre usted en México, ¿qué clase de mensaje le gustaría transmitir a la gente de su país?”.

“Bueno, puedo decir que es normal que la gente tenga sentimientos encontrados debido a que algunas personas me conocen y otras no. Esa es la razón por la que digo que es normal. Porque los que no me conocen pueden tener sus dudas acerca de decir si, en este caso, soy una buena persona o no”.

Penn define finalmente en esta entrevista con Joaquín “el Chapo” Guzmán, prácticamente la primera que uno de los delincuentes más buscados en la historia del planeta dio en su vida, como “una experiencia de otro mundo el sentarse con un hombre tan aparentemente sereno, a pesar de su vivir en una realidad tan surrealista”.

“No conseguí el tipo de entrevista en profundidad que yo esperaba lograr. No he desafiado a las damas con el ajedrez, ni viceversa. Pero tal vez, al menos, recupere una visión desde el otro lado, y lo que es para mí más importante, una afirmación de la pantomima de demonización que ha exigido un enfoque tan extraordinario de los activos hacia la captura o muerte de cualquier villano individual”.