Por Rodrigo Islas Brito
En conferencia de prensa el abogado Alejandro Noyola, denunció al sacerdote Manuel Mario Arias Montes como responsable haber ejercido golpes físicos y otros tipos de violencia intrafamiliar contra su pareja por 25 años y madre de sus dos hijos, Alma Delia Gómez Fuentes.
Sobre la respuesta del presbítero, con cuarenta años dedicado al sacerdocio, quien adujo que esas acusaciones en su contra son parte de una campaña de desprestigio por haberse dedicado a denunciar a padres pederastas y ser precursor de que uno de ellos, sospechoso en la Mixteca de abusar sexualmente, hoy este preso, el albino abogado precisó:
“Tiene mi admiración por haber hecho eso, pero esta situación es completamente aparte”.
Noyola aseguró que su clienta vivía en concubinato con el cura apenas hasta los últimos meses del año pasado, cuando Arias la golpeo, le cambió las chapas y un día que regresó a su casa de hacer las compras ya no la dejó entrar más, al lugar que ambos compartían desde hace 20 años.
El abogado precisó que entre los dos procrearon a dos hijos, una chica mayor de edad que ya está en la universidad, y otro chavo de 16, sobre el cual se está peleando ya la custodia legal.
Arias, Sacerdote en la Parroquia Inmaculada de Juquila en el Infonavit Ricardo Flores Magón, esta además ya demandado por el maltrato físico que sometió a Gómez Fuentes, así como por su obligación de procurar una pensión alimenticia.
Noyola dijo que su clienta esta hoy en tratamiento psicológico por los daños sufridos en su relación con el sacerdote, con quien se unió en concubinato desde que ella tenía 16 años y el 36.
El abogado dijo que informó de esta situación de sacerdote casado y con hijos a la Iglesia Católica de Oaxaca, pero que estos le respondieron que actuarían en el momento en el que consideraran oportuno.
La demanda está interpuesta y la averiguación que esta presentada ante la Fiscalía General, en la Subprocuraduría de delitos contra la mujer por razones de género.
Sobre la subprocuradora Iliana Hernández, Noyola solo tuvo palabras de oprobio, asegurando que al presentar el caso de su clienta en las citada subprocuraduría pudo comprobar la mala función de Hernández.
“Es una persona pasiva, apadrinada. Como abogado me ha tocado ir a esa Fiscalía se puede ver como siempre está ahí la gente sufriendo. Brindaron la atención porque no podían negarse, pero la labor de Hernández deja mucho que desear”.