Por Rodrigo Islas Brito
Tambores de alarma y negociación se suscitaron en el Congreso del Estado en la sesión de este jueves, con el rechazo al nombramiento del gobierno del estado de la nueva secretaria de Desarrollo Social y Humano, la ex diputada Aida Valencia, por un pleno legislativo que ya pide esquina ante la insolvencia económica, con dos meses sin fondos por parte de la Secretaría de Finanzas, razón que ha llevado hasta que el papel e baño en los sanitarios del Congreso se convierta en un lujo que en cualquier momento amenaza con terminarse.
Con el antecedente de un faltante en los dineros del Congreso que fue denunciado por los mismos diputados desde el año pasado y que corre de los 600 a los 250 millones de pesos, priistas , perredistas y panistas hablaron ya sobre ponerse en controversia constitucional contra el mandato de Gabino Cué, con volver a llamar a comparecer al secretario de finanzas Enrique Arnaud, quien según ellos nada mas no pela ni a su propio gobernador, con ahora si correr al tesorero legislativo Mauro Sánchez al que acusan de ratero, de que estoicos y sacrificados han tenido estos últimos meses que malabarear y jinetear todo dinero que les cae para poder pagar los sueldos de los integrantes de la nomina laboral del Congreso, quien en los colectivos que los traen de vuelta de San Raymundo Jalpán hasta a los choferes empiezan a pedirles fiado porque el efectivo ya nada más no les alcanza.
“No se, no se de cuanto sea el adeudo”, dijo el siempre achispado y viejo lobo de mar, ahora presidente de la mesa directiva, Adolfo Toledo Infanzón cuando una reportera le inquirió la cantidad total de los faltantes al presupuesto del Congreso, un presupuesto que con una ironía salomonica, ellos mismos aprobaron.
“Pregúntenle al Gato, él si sabe”, diría el priista legislador sobre su colega y copartidario Gustavo Díaz, quien con su acento playero característico fue el primero en tomar la tribuna para decir que ahora si la cosa en el Congreso esta del cocol.
“Que lo que mas duele es no poderle pagarle a los asesores y a la prensa” y como no va a doler si los asesores son los meros buenos a la hora de construirles sus iniciativas a los diputados, de darles los elementos para poder solventar las tareas en las funciones que a cada legislador le atañen en cada una de las comisiones.
“No tenemos las herramientas necesarias para hacer las tareas de las respectivas comisiones legislativas”, dijo el Gato, a lo que la traducción dicta un, no podemos trabajar porque tenemos lana para pagarla a nuestros asesores, que son los que al final hacen nuestra chamba.
Ante la denuncia del Gato los aplausos genuinamente explotaron por parte de las curules que todavía registraban presencia de sus diputados, siendo curioso constatar la genuina emoción que embargaba a un siempre torvo y de armas tomas, Fredy Gil Pineda Gopar, visualmente conmovido por las palabras de denuncia de su inseparable camarada legislador.
A esta cuadro de desesperación se sumo el líder de la banca perredista Jesús López Rodríguez, a quien casi se le chispan la de San Pedro cuando dijo que era hermoso que hasta ahora sus propios colegas legisladores admitieran que el no se había robado nada como anterior presidente de la Junta de Coordinación Política (JCP) y pidiéndoles en buena onda que por favor ya no anduvieran haciendo acusaciones a lo loco.
Al tiempo que decía que si no pasaba algo este Congreso iba a terminar muy mal y conminaba a la nueva presidenta de la JCP, Natividad Díaz, a que preparara el proyecto de decreto para la controversia constitucional con la que ya amenazan caerle a un estado que ya se declaró cuasi quebrado
Ante esto y sin perder el estilo y en cuanto la sesión fue concluida, Díaz pego una carrera de rayo biónico con celular en mano hacia el estacionamiento del recinto legislativo, dónde la esperaba en lo alto de una escalinata un automóvil con el motor prendido que parecía carroza, lo cual hacia parecer a la legisladora panista como una especie de Cenicienta legislativa escapando de unos reporteros que amenazaban con recordarle que ya era media noche.
Cuarenta minutos antes, un grupo de diputadas priistas, encabezadas por la inefable Lilia Mendoza habían exigido ya con un punto de acuerdo, y ante el panorama actual de violencia extrema que envuelve al estado en la que los feminicidios reportan ya ejecuciones sumarias de mujeres con sus pequeñas hijas, la comparecencia ante el Congreso de Iliana Hernández, titular de la Fiscalía Especializada para Atención de Delitos contra la Mujer por Razón de Genero, y de Anabel López Sánchez, como directora del Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO)
De Anabel, tal vez las legisladoras ignoran que ya está declarando a la prensa que no es más directora del IMO, pues ha renunciado al puesto para ir por una diputación local por el PRD para la ya muy próxima legislatura, y así con suerte sustituir en el puesto a las diputadas priistas que hoy quieren llamarla a cuentas. Es decir, el menudo y acostumbrado lio de cada víspera de proceso electoral estatal.
Por su parte la legisladora Fe Yadira Betanzos Pérez siguió denunciando el viacrucis que hoy viven los pescadores y sus familias de San Pedro Tapanatepec, con la delincuencia organizada robándoles sus pescas y arrebatándoles incluso con violencia, los motores de sus lanchas.
Presentando un punto de acuerdo para exhortar a la zona militar presente en Salina Cruz a que instale módulos de vigilancia permanente en aquella zona, situación que a los legisladores, hoy preocupados porque no tienen ni para invitarles un roncito a sus asesores puede que les haya pasado de noche.
En el punto más positivo de la noche, las comisiones de administración de justicia, de protección ciudadana y de vialidad y transporte, presentaron un dictamen con proyecto de decreto para expedir una nueva ley de Tránsito, Movilidad y Vialidad del Estado de Oaxaca.
El panista Gerardo García Henestroza pasó al pleno comentando que la antigua ley sobre la materia en Oaxaca era ya obsoleta e inadecuada, con una ultima reforma realizada el nueve de julio de 1973.
Dijo que esta nueva ley era “innovadora y moderna, con el propósito de mejorar a la vialidades, el combate al cambio climático y la configuración de un modelo de transporte más eficiente para mejorar la competitividad del sistema productivo”.
“Una mayor movilidad, una mejor educación vial”. En tiempos en donde todo está quebrado y las vencidas por sobrevivir presupuestalmente a este 2016, entre el Congreso y el Ejecutivo empiezan a mostrarse ya abiertamente, los buenos deseos y las palabras bonitas pueden empezar a sonar mejor que nunca.
