Por La Jornada
Un lento recuento voto a voto tenía lugar el lunes en Bolivia tras el referendo del domingo donde el rechazo a una nueva relección del presidente Evo Morales se consolidaba en los cómputos oficiales.
La opción del “No” obtenía un 63.4 por ciento frente a 36.5 por ciento a favor del “Sí”, con 29 por ciento de votos escrutados en el recuento manual del Tribunal Supremo Electoral, que tiene hasta 12 días de plazo para dar a conocer el resultado final.
En cómputos no oficiales de las cadenas de televisión con base en proyecciones de conteos rápidos, el “No” se impuso con ligera ventaja sobre el “Sí”, se conoció el domingo en la noche.
Cualquiera de las dos opciones debe ganar con 50 por ciento más un voto. Los bolivianos respondieron a la pregunta si estaban de acuerdo en modificar la Constitución para permitir que Morales postule una cuarta vez en los comicios de 2019.
Si la tendencia al rechazo se consolida, Morales, en el poder desde 2006, finalizará su gestión en enero de 2020.
Con resultados preliminares tan estrechos ni el gobierno ni la oposición festejaron. El vicepresidente Álvaro García habló de un “empate técnico” y pidió esperar a que finalice el cómputo. Grupos de opositores celebraron el domingo en la noche en Santa Cruz, la región del oriente más grande y bastión opositor, donde el “No” obtuvo una clara victoria.
Morales anticipó que hablará el lunes. Desde 2005 el mandatario pulverizó a la oposición en cuatro comicios. La del domingo podría ser su primera derrota.
“Sorprende la estrecha votación y pone de relieve las profundas divisiones del país. El resultado es un golpe a Morales. La desaceleración económica y recientes escándalos de corrupción erosionaron su popularidad y también hay una fatiga en el electorado”, dijo a The Associated Press, Michael Shifter, analista de la organización Diálogo Interamericano, con sede en Estados Unidos.
Según Shifter los votantes están enviando un mensaje en el sentido de que no es suficiente el impresionante crecimiento económico que experimentó Bolivia con Morales, “también están exigiendo un gobierno limpio”.