Por Rodrigo Islas Brito
Neyssatou Badiâa Bouhrizi pareciera que tiene una flauta por garganta, procedente de la escena musical independiente tunecina, la autora, intérprete, compositora y artista se presentó hace unos cuantos días en el Jardín Cebu, a unos pasos de la Cruz de Piedra, donde un grupo de asistentes tuvieron la oportunidad de constatar la dulce e hipnótica intensidad de su canto.
“Empecé a cantar desde los seis años en un coro infantil. Me di cuenta que a la gente le gustaba mi voz, y ya no deje hacerlo”.
Invitada a cantar a Oaxaca por los artistas Berenice Guraieb y Guillermo Olguín quienes la oyeron cantar en las playas de Mazunte, Badiâa frunce el seño cuando se le pregunta qué tan complicado resulta hoy en día ser una cantante mujer en el mundo árabe.
“No es realmente una pregunta muy apropiada, la gente siempre me pregunta lo mismo. En Túnez no hay diferencias entre que se sea una cantante mujer o un cantante hombre. En mi país la sociedad es matriarcal. En Europa me reciben muy bien”.
La intérprete resume que en Occidente tenemos una idea equivocada de lo que entendemos por mundo árabe, pensando siempre en un escenario de mujeres cubierta, burkas y hombres de un machismo religioso, prestos a lapidar mujeres bajo cualquier concepto.
“Hay que diferenciar lo que es el mundo árabe. Una cosa es Arabia Saudita, Siria y todo lo que es la península arábiga, y otra cosa es el mundo musulmán árabe africano, Etiopia, Egipto, Marruecos. De donde yo vengo, Túnez es más un país africano”
Admiradora del poder vocal y el sentimiento de Fairuz, cantante libanesa de excepción, Badiâa dice gustar de cierto tipo de música en español, del flamenco de Tomatito y del resplandor caribeño de la ya legendaria, Toto, la Momposina.
“Me gusta también la música tradicional cubana llena de armonías y cantada por mujeres”.
Comprometida, prohibida durante mucho tiempo bajo el régimen dictatorial del presidente Ben Ali, en las canciones de Badiâa se aúnan la densidad del árabe clásico y dialectal con melodías de jazz, reggae, soul y folk bereber.
Se le pregunta si su canto viene de dentro, o de dónde diablos. La intérprete se remite una vez más a su nada cultura tunecina
“Viene del rock ,del country . De los lugares a los que voy y los que escuchó. Todo lo meto a mi sistema y lo que sale se deja influenciar por todo lo que sigo teniendo del lugar donde vengo”.
“Túnez es una fuente de inspiración. Si me preguntas que tiene de especial mi país que lo presumo tanto te digo que se trata actualmente de una sociedad muy abierta, hay una gran variedad de razas y una apertura hacia las diferencias en los rasgos físicos, en el color de la piel”.
Líder de la escena independiente tunecina, Neyssatou Badiâa Bouhrizi ganó en 2011 el premio de la canción árabe alternativa, siendo reconocida por la prestigiosa organización cultural Mawred Al Thaqafy, organización que busca apoyar la creatividad artística en la región árabe y fomentar los intercambios culturales en la región y con los países en desarrollo.
Sobre si la música puede o no ser un arma efectiva contra la violencia que embarga al mundo, Bouhrizi asegura que existen dos maneras como esta puede influenciar .
“Uno desde el punto de vista personal, intimo, de nosotros en nuestra relación con la naturaleza. Y la otra es que creo que cuando la gente escucha mi música, aunque no entiendan mis palabras, la toman como una especie de factor de unidad “.
“No se puede cambiar el mundo con una canción , pero con una canción mucha gente se puede dar cuenta por fin de que no está sola , que hay un montón de personas a su alrededor que también quiere cosas buenas , no las malas”.
¿Entonces podría ser su canto un reducto de libertad en un mundo cada vez mas tiende a acotar los todos significados en ese sentido?
“No soy pesimista , hoy los medios de comunicación nada más nos enseñan las cosas malas , como los miles de muertos en Siria , pero también siguen habiendo cosas infinitamente buenas y hermosas “
Badiâa mira a su pequeña hija mientras dice estas palabras, habla de que ella como mujer sabe lo que es perder a otra mujer , “a una amiga , una hermana , una familiar .No creo en la violencia , no soy ciudadana de ella”.
Se le comenta a Bouhrizi, que ella bien puede no creer en la violencia, ¿pero qué pasa cuando la violencia si cree en ti?
“La violencia ha estado en el mundo desde el que el mundo es mundo, yo no puedo hacer nada por la enorme violencia que está habiendo en Siria, que está muy lejos de Túnez”.
“Antes la gente solo se enteraba de la muerte y destrucción que había en su país , en su mundo , o en su aldea .Hoy con las redes sociales la gente se entera de toda la clase de horrores que están pasando en todo el planeta , lo cual me parece una angustia estéril “
“Mejor dedícate a preocuparte sobre lo tuyo, sobre lo que está esperando por ti”
Por lo pronto para Neyssatou Badiâa Bouhrizi , lo que parece estar esperando por ella es una posible futura residencia en Oaxaca, “En la Mazunte hippie, es un lugar que me encanta”.