Tratamiento antirretroviral otorga y eleva la calidad de vida de las personas que viven con VIH

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Por Comunicado

Fue en el año 1986 cuando el primer caso de sida sorprendió a Oaxaca, y en la memoria de la doctora Gabriela Velásquez Rosas permanecen intactas las imágenes de hombres y mujeres que morían por la falta de medicamentos que hicieran frente a la enfermedad.

Una década después, cuenta la otrora secretaria ejecutiva del Centro de Detección e Información de VIH/sida, la Zidovudina era el único antirretroviral suministrado a las personas diagnosticadas ya con el Síndrome de Inmunodeficiencia Humana (Sida). El fármaco, sin embargo, por sí solo funcionaba como un simple paliativo.

“En la actualidad, el panorama es distinto. El tratamiento antirretroviral existe, funciona y está al alcance de todos. Lo más importante ahora es la detección, el diagnóstico oportuno y la referencia oportuna a los centros de atención, en este caso, el Centro Ambulatorio para la Prevención, Atención del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS)”, refirió César Alfonso Carrasco Ayala, jefe del Departamento Médico del CAPASITS Oaxaca.

Aunado a lo anterior, es necesario lograr la retención de los pacientes en control médico; es decir, evitar que se nos pierdan en el curso del tratamiento.

Aclara, en tanto, que una vez iniciada la terapia antirretroviral, hay que tomarla de por vida, correctamente, respetando dosis y horarios, ya que si bien los medicamentos no son capaces de curar la enfermedad, sí evitan que el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) se reproduzca o haga copias de sí mismo en el organismo.

“Recordemos que la infección por VIH es actualmente una enfermedad crónica, de ahí la importancia de educar a las personas a que adapten la medicación a su estilo de vida y no tengan problemas de apego al tratamiento”, precisa.

No obstante, reconoce que los problemas familiares, la depresión o la ansiedad, aunado a las características orográficas del estado y el recurso que tienen que erogar —en ocasiones familias enteras— para trasladarse a la capital del estado, dificultan el apego al tratamiento en su totalidad.

“Ello, ha hecho necesaria la creación de otros centros como el CAPASITS de Salina Cruz donde se otorga toda la medicación a los pacientes de la región del Istmo de Tehuantepec, a fin de que no abandonen su control médico”, señala Carrasco Ayala, para luego referirse a la próxima apertura del CAPASITS de Pinotepa Nacional, donde se atenderá a las personas de la Costa oaxaqueña.

DE UN COCTEL A UNA TABLETA

Respecto de la evolución del tratamiento, Carrasco Ayala destaca que a diferencia de aquel 1994 cuando una persona con VIH tenía que ingerir un “coctel” de hasta 40 pastillas, actualmente hay quienes sólo tienen que tomarse una tableta al día. Todo depende del tipo de esquema que requiera”.

“Sin duda, contar con este tipo de medicamentos es una gran ventaja para los pacientes toda vez que les facilita la adherencia y, en consecuencia, el éxito de la terapia. Lo importante es que se traten de manera oportuna para tener una mejor expectativa (de hasta 45 años) y calidad de vida”, sostiene.

GRATUIDAD DEL TRATAMIENTO, CLAVE PARA HACER FRENTE AL VIH

Cabe señalar que a la fecha un total de dos mil 400 hombres y mujeres reciben del CAPASITS el tratamiento de manera oportuna y, sobre todo, totalmente gratuito.

Y es que, si una persona asumiera los gastos ocasionados por el padecimiento con el precio que la federación maneja en cada fármaco, mes con mes tendría que erogar de entre dos mil 500 a 40 mil pesos, lo cual sería imposible si se considera que el 90% de los pacientes son de escasos recursos.

Por ello, Gabriela Velásquez Rosas, la también responsable estatal del Programa en VIH y sida expone que es importante considerar, además, que el costo del tratamiento puede elevarse hasta un 80% si por factores diversos, el paciente decide no recibir los servicios públicos y opta por tratar su enfermedad de manera particular.

Por ejemplo, dice, el valor del medicamento Kivexa (Lamivodina/Abacavir) en el mercado es de siete mil 652 pesos con 39 centavos, mientras que el precio con el cual es adquirido por la Secretaría de Salud es de 1 mil 379 pesos con 32 centavos; del mismo modo, el Atazanavir, que tiene un costo en el mercado de ocho mil 138 pesos con 85 centavos, la Federación lo adquiere en dos mil 764 pesos con 85 centavos.

El incremento en ambos medicamentos es del 82% y 66%, respectivamente, de ahí que a fin de evitar el lucro en el mercado negro, todos cuenten con una clave del sector salud que prohíbe su venta.

Recibir la atención médica integral en el CAPASITS es posible, a decir de Velásquez Rosas, únicamente con darse de alta en el Seguro Popular, ya que estos medicamentos los paga la Federación a través del Fondo de Gastos Catastróficos.

Para este ejercicio, dice, el COESIDA-CAPASITS Oaxaca operará con 85 millones de pesos en medicamentos, presupuesto que tiende a elevarse de acuerdo con las nuevas altas de personas diagnosticadas con el VIH.

CONDÓN, LA ÚNICA ARMA

Finalmente, y con la confianza depositada en que en un futuro próximo la ingesta de todos estos medicamentos podrá evitarse, Velásquez Rosas insiste y llama a las y los oaxaqueños a tener una buena relación con el condón, siendo así responsables de nuestra propia sexualidad.