Por Rodrigo Islas Brito
Isabel Jiménez, defensora comunitaria e integrante de la Asamblea de los Pueblos Indígenas de los Pueblos de Oaxaca (APPJ) reveló en entrevista que las afectaciones al equilibrio ecológico de la hoy convulsa Juchitán por parte de los mega-parques eólicos instalados en el Istmo de Tehuantepec, las cuales según cálculos particulares y gubernamentales daban para presentarse hasta dentro de veinte años, se están presentando ya.
Según una grabación difundida por la organización Código DH, que hace un énfasis particular en el Parque eólico Bii Hioxo, que inició operaciones en 2014, Jiménez referencía un estudio publicado sobre los impactos climáticos de parques eólicos, hecho público por investigadores franceses en la revista científica Nature Communications.
“Donde se ha confirmado que las aspas eólicas tienen pararrayos, materiales que hacen que no llueva, y al no llover afectan árboles y hierbas medicinales”.
En su comentario Isabel explica los impactos de los mega-parques eólicos que los pobladores observan en el Istmo
“A raíz de que llegaron las aspas eólicas a Juchitán ha habido muchos impactos. La base de los aerogeneradores bloquean las venas que alimentan los pozos, provocando el calentamiento”.
La activista remarcó que los empresarios que trajeron las eólicas al Istmo manejaron el argumento que debido al calentamiento global, son necesarias las energías renovables.
“Pero es todo lo contrario. Al derrumbar árboles frondosos y milenarios se elimina un cobijo para el manto friático, para eso que llaman lluvia”.
Isabel Jiménez estimó que estas afectaciones deben ser ya sujetas de investigación y documentación por parte de las autoridades correspondientes
Finalizó en que hoy los campesinos en el Istmo comentan de sus afectaciones, de cómo sus parcelas van perdiendo cada vez más calidad de suelo frente al incremento de temperatura en el subsuelo que las eólicas producen.
