Por Rodrigo Islas Brito
Vecinos de la villa de Zaachila atestiguaron la noche de ayer una especie de capacitación exprés en materia de tareas de persuasión y seguridad de un grupo de aproximadamente 25 policías municipales, a cargo de dos instructores de la división de la Gendarmería de la Policía Federal.
El acto de no más de cuarenta minutos de duración que consistió en una marcha alrededor de la explanada principal de la cabecera municipal y una rápida instrucción para los policías municipales, uniformados de efectivos antimotines , sobre cómo usar sus toletes y escudos en caso de disturbios.
El acto, que fue difundido en las redes sociales y contó con un numeroso público presente cautivo que lo contemplaba como si de un circo se tratara, fue organizado por el municipio de Zaachila.
Esto debido, en información proporcionada por algunos lugareños , a las quejas que recibió el presidente municipal Raciel Vale sobre la inacción de la policía municipal durante los sucesos violentos registrados el pasado domingo .
En los cuales el acto de campaña del candidato de la coalición PAN-PRD a la presidencia municipal de Zaachila, Adán López Santiago, se vio interrumpido por una violenta confrontación en la que todavía no queda claro cuáles fueron los dos bandos en cuestión.
Arrojando finalmente un saldo de personas heridas, golpeadas, tres mototaxis siniestrados , dos motovallas destruidos, una mototaxistavapuleada, y partidarios y partidarias de López Santiago correteados y retenidos detrás de las cortinas de algunos comercios.
Mientras que los partidarios de la coalición PAN-PRD señalaron al edil Raciel Vale, de estar al frente del grupo que reventó el acto partidista, este por su parte culpó a López Santiago de haber siniestrado su propio evento, con la ayuda de adeptos al Frente Popular 14 de Julio, con quien el munícipe aseguró que su administración ha registrado confrontaciones en la búsqueda de franquicias de sitios de mototaxis para la cabecera municipal.
Versión que representantes del mencionado Frente rechazaron, sobre el mencionado zafarrancho del pasado domingo, que ha arrojado sobre Zaachila una calma muy tensa y un ya muy marcado divisionismo entre los habitantes de la cabecera municipal y los habitantes de las colonias.
Donde los primeros acusan a los segundos de traer la violencia a sus calles, y los segundos acusan a los primeros de un exceso de prejuicio.