Alfredo Martínez de Aguilar
A menos de dos semanas de la jornada electoral del próximo 5 de junio, es inminente el triunfo de Alejandro Murat Hinojosa. No lo decimos nosotros, lo dicen las encuestas serias, no las hechas a petición de parte
Al margen de filias y fobias, la razón es muy simple y sencilla: en medio del caos, el muchacho ha hecho renacer la esperanza de cambio. Hoy más que nunca, el pueblo tiene hambre y sed físicas y de justicia.
Y éste no sólo entraña la segunda alternancia en la gobernación de Oaxaca. ¡No! Implica, sobre todo, hacer realidad la ilusión de millones de oaxaqueños porque se haga justicia contra los infames corruptos.
Alejandro Murat Hinojosa jamás debe olvidar que sin justicia, jamás habrá paz ni desarrollo material, menos habrá progreso espiritual. Podrá cumplir todos sus compromisos en materia de obras, pero si no hay justicia, de poco servirá.
Ni duda cabe que la vida es sumamente generosa con el candidato del PRI a gobernador. Porque, es necesario aclararlo. Más que por su partido en el que las traiciones están a la orden del día, Alejandro ganará por su carisma personal.
La debacle que vive Oaxaca es una crisis de liderazgos por falta de confianza y credibilidad en sus políticos y gobernantes, y Alejandro tiene la ventaja y fortaleza de hacer renacer la confianza y credibilidad. Y la esperanza de cambio.
A partir del gobierno populista de Heladio Ramírez sus sucesores han superado el saqueo de su antecesor. El último gobierno priista de Ulises Ruiz y el primero de la alternancia con Gabino Cué, rompieron récord.
Urge, pues, de manera indispensable el firme compromiso de Alejandro Murat de meter a la cárcel a los corruptos de ayer y de hoy. El cierre de campaña es ocasión propicia para firmar con su sangre este compromiso.
Por su inteligencia y juventud, el candidato del PRI tiene hambre de trascendencia. Y sólo podrá meter el pie a la historia si atiende y cumple este creciente reclamo de los oaxaqueños. ¡Ese es su mayor compromiso!
Ciertamente, es el mayor reto al que se enfrentará en su gobierno. Las redes de complicidad que garantizan la impunidad son amplísimas. Sin embargo, no debe olvidar que Oaxaca está hasta la madre de la corrupción.
Es, por tanto, una tarea titánica. Gracias a Dios todos los problemas en este mundo tienen solución, incluyendo la muerte. El camino no es otro que el imperio soberano de la Ley, con apego a derecho.
Una de sus primeras acciones definitorias del rumbo que seguirá su gobierno debe ser reformar la legislación en materia de peculado. Es vital por la supervivencia de los oaxaqueños tipificarle como delito grave.
Con visión y sensibilidad de estadista, Alejandro Murat Hinojosa puede pasar a la historia si no sólo previene la corrupción como lo ha anunciado. No basta impulsar la transparencia y la rendición de cuentas.
Tarea impostergable es castigar a los corruptos de ayer y de hoy. Los oaxaqueños no aguantan más corrupción. Caminamos ya sobre el filo de la navaja. A pasos agigantados avanzamos hacia el abismo de un estallido social.
No pecamos de alarmistas, mucho menos de agoreros del desastre. Pero no es posible que en Oaxaca pase todo y no pase nada. ¡Cuánta razón tuvo el cura guerrillero Uvi al afirmar que estábamos mejor cuando estábamos peor!
En el colmo del cinismo del gobierno de Gabino Cué, la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental exoneró de toda corrupción al secretario de Salud, Germán Tenorio Vasconcelos.
Imagínense, queridos lectores, se extiende un cheque en blanco en materia de honestidad a uno de los presuntos mayores corruptos en el gobierno. Acción que fortalece la presunta complicidad del grupo en el poder.
Además de la complicidad ya de suyo grave, todavía es mucho más grave la presunta complicidad de Germán Tenorio en la ejecución del ex subdirector de Administración y Finanzas de Salud, Rafael Pérez Gavilán Escalante.
Resulta por demás extraño, por decir lo menos, que a más de un año del asesinato del alto funcionario de los Servicios de Salud de Oaxaca, no se haya logrado detener al o los presuntos autores materiales. Menos, por supuesto, a los intelectuales.
Dónde quedan los resultados negativos de la Auditoría Superior de la Federación y del Estado de Oaxaca por alrededor de dos mil millones de pesos. ¡Es una burla que la Secretaría de la Contraloría expida a Germán Tenorio una Constancia de No Inhabilitación!
El pasado 28 de enero, la Contraloría inhabilitó por 13 años al ex titular de los Servicios de Salud (SSO), Germán Tenorio, por no comprobar la contratación de su hija y la compra de un avión.
Uno de los expedientes se refiere a la contratación irregular de su hija Daniela Tenorio Bernal, quien cubría una plaza y estaba comisionada para trabajar en un centro de salud.
En 2014, Tenorio Vasconcelos compró un avión, tipo Cessna AIRCRAFT con matrícula XB-LKO, con número de serie 340-0230, comprado con la Inmobilaria Tenorio, S.A de CV.
La Contraloría envió el caso a la Fiscalía General para que proceda a la investigación correspondiente y, en su caso, finque si existen responsabilidades penales o civiles.
En una de nuestras entregas anteriores escribimos que más temprano que tarde Pepe Toño Estefan comprobaría que los amigos de su grupo político sólo le utilizaron como moneda de cambio. Y esa triste historia se empieza a escribir con la exoneración de Tenorio.
La difusión de la Constancia de No Inhabilitación de Tenorio, será un nuevo escándalo nacional. Y hará perder miles de votos a la coalición PAN-PRD, lo que irremediablemente le conducirá a la derrota.
