Por Excelsior
Pese al paro que mantienen desde el pasado 15 de mayo maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Guerrero, Michoacán, Chiapas y Oaxaca, el 99.9% de la escuelas trabajan con normalidad, afirmó el secretario de Educación, Aurelio Nuño.
Según el funcionario, que ha advertido que tiene listos 26 mil maestros para suplir a los que sean despedidos si se ausentan por más de cuatro días, la mayoría de los maestros decidieron seguir trabajando y no atender al llamado de la CNTE que sólo busca mantener privilegios.
Asimismo, reiteró que sólo habrá diálogo con la CNTE para hablar sobre la aplicación de la reforma educativa.
“La disposición del gobierno para dialogar con la Coordinadora es absoluta y total, siempre y cuando sea para ver cómo implementar la reforma educativa; el diálogo en el que no vamos a transitar y es el que nos están pidiendo es que no se aplique la reforma en esos estados y ese diálogo no lo vamos a tener”, recalcó.
Durante un evento realizado en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Nuño explicó a estudiantes e investigadores que, como estaba estructurad, el sistema educativo no podía dar resultados de calidad.
“En el 2012 ni siquiera sabíamos con exactitud cuántas escuelas y cuántos maestros había en el sistema, de ese tamaño eran las deficiencias”, afirmó y abundó que desde el tercer día del actual gobierno se planteó la reforma educativa “para reducir la desigualdad” y hacer efectivo el derecho a la educación.
Según Nuño la esencia de la reforma es “recuperar la rectoría del sistema educativo”; hacer una escuela “más funcional”, con un sistema de capacitación y profesionalización para los maestros, así como renovar los programas de estudio y lograr que el sistema sea más equitativo para desmontar la desigualdad en el país.
Destacó además que antes de esta administración los dirigentes magisteriales mantenían situaciones “absurdas” en el sistema educativo, y citó como ejemplo el caso de Oaxaca donde los líderes imponían a los maestros la obligación de marchar y los líderes de la Sección 22 daban órdenes a la autoridad educativa o decidían quien ingresaba o era promovido.
“Por supuesto que esto llevó a una gran impunidad que en muchas ocasiones no se respetaban las reglas y el nivel de impunidad era inmenso”, acusó Nuño Mayer.
Tras la reforma educativa, defendió, se cambió ese sistema por “reglas claras”, y ahora se aplica un examen de ingreso se concursan las plazas y se hacen evaluaciones periódicas cada cuatro años, para detectar necesidades y a partir de ello crear un sistema de formación y capacitación docente.
