Guerrero, el mayor productor de opio en América: El País

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Por Proceso

El estado de Guerrero, donde el crimen organizado convive día a día con la miseria y la corrupción, se ha convertido en el mayor productor de opio en América.

Así lo destaca el diario El País en una crónica del corresponsal Jan Martínez Ahrens, quien recogió numerosos testimonios de campesinos que siembran y recogen opio para el crimen organizado.

De acuerdo con el periodista, de las montañas de Guerrero “parten los inacabables cargamentos que nutren, por delante del triángulo de oro de Sinaloa-Durango-Chihuahua, al gran devorador mundial: Estados Unidos”.

En esa zona con los mayores índices de violencia en México, añade, “reina el caos y la violencia pura”.

El representante de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, Antonio Mazzitelli, explica al diario que en Guerrero “no hay presencia del Estado, ni carreteras ni hospitales; ni siquiera el narco está bien organizado. El mercado de la droga se lo disputan grupos criminales antagónicos”.

Es, subraya, un territorio marcado por la impunidad, donde asesinar es cotidiano y el miedo una constante. “No existen detenciones. Al narco, en la montaña no se le menciona”.

El reportaje resalta el círculo letal en el que se encuentran las familias guerrerenses, asediadas por la voracidad de los narcotraficantes. “Entre más opio, más dinero y más muerte”, apunta.

Luego enumera las cifras oficiales: la producción de amapola en México se ha disparado 50% en los últimos cinco años, según la agencia antidroga estadunidense (DEA).

También sostiene que el efecto ha sido devastador y las muertes por sobredosis se han triplicado desde 2010 en Estados Unidos, y en el sur, en entidades como Guerrero, la negra tierra de Iguala, todo se ha venido abajo. Y Acapulco es la tercera ciudad más violenta del mundo.

Explica que después de 10 años de extenuante lucha contra el narco, el saldo es negativo para el país, que ha quedado debilitado con la cifra de cien mil muertos y 25 mil desaparecidos.

Ante ese panorama, destaca, el gobernador priista de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, ha pedido públicamente la legalización de los cultivos de opio para uso medicinal. “El mismo gobierno de Enrique Peña Nieto ha anunciado que estudia la propuesta”, expone.

Mientras tanto, acota, “no sólo el crimen organizado sigue ahí, también la miseria, la corrupción y la permanente amenaza de destrucción”.