Palizas, perros y toques eléctricos, entre las torturas más comunes en Oaxaca

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Rodrigo Islas Brito.

Este 26 de junio se celebrará el Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, por lo que organizaciones sociales defensoras de derechos humanos empiezan ya a circular información que habla de que identificar la tortura es el primer paso para erradicarla.

Dicha información define a la tortura como todo acto realizado intencionalmente por el cual se inflijan a una persona penas o sufrimientos físicos o mentales, con fines de investigación criminal, como medio intimidatorio, como castigo personal, como medida preventiva, como pena o con cualquier otro fin.

Apunta que se entenderá también como tortura la aplicación sobre una persona de métodos tendientes a anular la personalidad de la víctima o disminuir su capacidad física o mental, aunque no cause dolor físico o angustia psíquica.

“Los principales responsables del delito de tortura son empleados o funcionarios públicos que ordenen, instiguen, induzcan a su comisión, lo cometan directamente o que, pudiendo impedirlo no lo hagan”.

“O personas  que a instigación de los funcionarios o empleados públicos, instiguen o induzcan su comisión, lo cometan directamente o sean cómplices”.

La información oenegera marca que la tortura es un delito que atentan contra los derechos humanos a la integridad física y psicológica y daña gravemente la dignidad de las personas.

Cita, según las propias mediaciones de las ONGs, como las técnicas de tortura más comunes en Oaxaca, a la asfixia, aislamientos prolongados, quemaduras de cigarro, encapuchar y vendar los ojos, simulacros de ejecución, descargas eléctricas, palizas, uso de perros, torturas con agua.

Cabe recordar que la tortura se considera además un crimen en el derecho internacional. En todos los instrumentos internacionales la tortura está absolutamente prohibida y no puede justificarse en ninguna circunstancia.

Esta prohibición forma parte del derecho internacional consuetudinario, lo que significa que es vinculante para todos los miembros de la comunidad internacional, aun si un Estado no ha ratificado los tratados internacionales en los que se prohíbe explícitamente la tortura. La práctica sistemática y generalizada de la tortura constituye un crimen contra la humanidad.

Finalmente las ONG s que ahora tratan de ilustrar al ciudadano promedio sobre los alcances de la tortura, que para salvaguardarse de ella, la mejor manera es conocer el riesgo en el que nos encontramos y toar las precauciones debidas.

Pues todo ciudadano mexicano debe saber que si alguna autoridad lo intenta detener, debe primero de mostrarle una orden  emitida por un juez con el delito del cual se le acusa.

Además de que si no existe una orden judicial, el ciudadano está en la libertad de negarse a ir con la gente que pretenda detenerlo.