DETRÁS DE LA NOTICIA: MALO, CNTE-EPR, Comuna, títeres del imperialismo yanqui

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Oaxaca es desde la década de los 70 arena política de intereses nacionales e internacionales. Pero en política no hay perro sin dueño ni caballo sin jinete. Son los mismos capos y sicarios del Cártel de la Sección XXII de la CNTE.

Son los mismos comandantes y milicianos, públicos y clandestinos del ahora EPR. A partir del presidente Luis Echeverría y del gobernador Heladio Ramírez han contado con la complacencia y complicidad del gobierno federal y estatal.

Esa es la razón fundamental por la que destruyeron la universidad pública oaxaqueña y después la educación básica. Les entregaron el poder y el multimillonario presupuesto anual del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).

¿Acaso será simple casualidad que el gobernador Heladio Ramírez López firmara el 28 de octubre de 1992 la Minuta respectiva con el secretario general de la Sección XXII, Erangelio Mendoza González, vinculado a la guerrilla del EPR?

¡Claro que no, de ninguna manera! En política no hay casualidades, pero sí causalidades. Tampoco fue casualidad que el secretario general de Gobierno, Lino Celaya Luría, fuera nombrado director fundador del naciente IEEPO.

Y para su mayor sorpresa, querido lector, el genial abogado fiscalista Eligio Hernández Carrillo hizo su aparición triunfal como nuevo rico al lado de uno de los más poderosos políticos oaxaqueños en su momento, Lino Celaya Luría, al controlar las finanzas del IEEPO.

Años después, conjuntamente con el no menos genial fiscalista Sergio Castro López, su alumno y socio, diseñaron el esquema outsourcing para evadir impuestos. Hoy, ambos monopolizan la intermediación financiera, mediante la tercerización laboral, en el Gobierno del Estado y los principales municipios de Oaxaca.

Desde el siglo XIX Oaxaca es apetecible botín del imperio norteamericano por la posición geopolítica estratégica del Istmo de Tehuantepec. Lo fue de la pérfida Albión y de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Lo es, ahora, del imperio europeo. Ahí están las inversiones españolas y del imperio chino en los parques eólicos del Istmo de Tehuantepec. Pronto, también estarán presentes sus multimillonarias inversiones en el puerto de Salina Cruz.

Así lo prueba la inmediata presencia de cinco observadores de la Organización de las Naciones Unidas-Derechos Humanos (ONU-DH) en el municipio de Asunción Nochixtlán por la emboscada de trabajadores de la educación y guerrilleros contra la Policía Federal y Estatal.

¿Por qué Manuel Andrés López Obrador (MALO) y los fanáticos fundamentalistas marxista-leninistas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y de la propia guerrilla del EPR, no denuncian la intervención del imperio?

Por la simple y sencilla razón que, aunque parezca increíble y un juicio que pareciera más de ciencia política ficción por su atrevida temeridad, López Obrador, la CNTE-EPR, Comuna y demás organizaciones subversivas, son títeres del imperialismo yanqui.

Y lo son porque son hipócritas izquierdistas farsantes que hacen el juego a los planes del imperialismo al contribuir a hundir en la ignorancia y miseria a millones de niños y jóvenes oaxaqueños. Lo han hecho por espacio de 36 años.

Olvidan convenencieramente que la primera obligación del auténtico revolucionario honesto es educar y enseñar a producir al pueblo para que sea realmente libre al tener acceso al conocimiento universal y a satisfacer sus necesidades vitales.

Sí, querido lector, así como lo lee, por más jalado de los pelos que parezca. Todos los dirigentes de dichas organizaciones son ‘idiotas útiles’ y ‘compañeros de viaje’ del Nuevo Orden Mundial impulsado por las Naciones Unidas y sus organizaciones.

La conspiración del llamado Nuevo Orden Mundial acata fielmente un plan diseñado con el fin de imponer un gobierno único -colectivista, burocrático y controlado por sectores elitistas y plutocráticos- a nivel mundial.

Este es un aspecto poco observado en los conflictos globales. Nada de extraño tiene en estas condiciones que el multimillonario magnate Carlos Slim Helú sea aliado de Manuel Andrés López Obrador y financie su obsesión por la presidencia de la República.

Ese grupo central controla tanto los sectores financieros como diferentes fuerzas sociales que, a su vez, son los que -desde este punto de vista- provocan desorden y conflicto social: los comunistas y los anarquistas, entre otros. Ambos presentes en el incendio de Oaxaca.

El primer uso de esta expresión aparece en el documento de los Catorce Puntos del presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson, que hace una llamada, después de la Primera Guerra Mundial, para la creación de la Sociedad de las Naciones, antecesora de la Organización de las Naciones Unidas.

Si se remueven las capas sucesivas que cubren u ocultan las causas de los diversos problemas que afectan el mundo, se encuentra un grupo central que los promueve y organiza con el fin, primero, de destruir los gobiernos y órdenes sociales establecidos, y con el fin último de lograr el dominio mundial.

¿Por qué hasta ahora la ONU envía visitadores de derechos humanos y no lo ha hecho durante los 36 años del conflicto magisterial para defender el derecho humano a la educación de los niños y jóvenes oaxaqueños, permanentemente violado, lo que constituye un crimen de lesa humanidad?

No le parece que hay gato encerrado, máxime cuando en ningún momento los visitadores ni el representante en México de la ONU-DH, Jan Jarab, ha expresado su preocupación por el sempiterno atentado a la educación, que ha provocado la suspensión de 8 ciclos escolares en 36 años.

Por que la ONU-DH no exige justicia por el cobarde asesinato en Juchitán del periodista oaxaqueño Elidio Ramos Zárate y de Raúl Cano López, hermano del director del periódico Punto Crítico.

Nuevamente desde esta columna elevamos nuestra más enérgica condena a la privación de la libertad de nuestros compañeros de TV Azteca Fernando Albarrán y Pedro Cortés, retenidos por activistas radicales en Asunción Nochixtlán.

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila