La Jornada.
Ciudad de México.-Dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y especialistas en el tema escolar calificaron de ‘‘oportunismo político y acción maquiavélica’’ del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) presentar, casi tres años después de la implementación de la reforma educativa, planteamientos en los que ‘‘reconoce que sí hay acciones punitivas’’ en la evaluación obligatoria que contemplan las modificaciones al artículo tercero y 73 constitucionales.
Coincidieron en que se trata de una medida ‘‘tardía y débil’’ que ocurre en un momento ‘‘estratégico’’ del proceso de construcción de un diálogo con el magisterio disidente para intentar disminuir el costo político de una posible modificación.
Francisco Bravo, integrante de la dirección política de la CNTE, expresó: ‘‘No podemos descartar que con esta medida se busque una salida al rechazo que tiene la reforma educativa, pero también que se use al sindicalismo oficial para quitarle banderas y simpatías al magisterio disidente, colgarle la medalla al SNTE, un organismo incondicional al gobierno federal, y permitir que éste no se vea tan derrotado’’.
Agregó que pese al surgimiento del sindicato como actor en la revisión de la reforma, la coordinadora continuará con las acciones y determinaciones que considere oportunas. ‘‘Tenemos un camino trazado independientemente de los actores o distractores que se quieran meter’’, dijo. Aseguró que acudirán este lunes a la mesa de negociación programada con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para continuar buscando salidas al conflicto.