Gladys Aguilar/RIOaxaca.
Oaxaca de Juárez. La violencia que se vive en la región del Istmo es de impunidad, de venganza, de rencores y se corre el riesgo de formarse una espiral mayor que dañe al ambiente social, así lo consideró la iglesia general católica de Tehuantepec.
De esta manera lo manifestó el obispo de la Diócesis de Tehuantepec, Oscar Armando Campos Contreras, quien dijo que se daña el desarrollo comunitario, las relaciones entre familias, todo eso a futuro traerá consecuencias de un subdesarrollo humano, “porque la gente que se alimenta de violencia, vive destrozada internamente, vive sufriendo”.
Expresó que para la Iglesia es doloroso saber que aquí en toda esta zona, va creciendo el número de homicidios que reflejan que existe una perversidad destructiva, por ello la Iglesia hace un llamado a la paz y que no solamente tiene que ser un trabajo desde el púlpito.
Campos Contreras dijo que no bastan marchas, no basta que uno pida que ya se calme la violencia, si no trabajamos desde la familia, desde todo el ambiente de la sociedad y cada una de las organizaciones sociales, de los grupos organizados, si las iglesias y las escuelas no educamos para la paz, la violencia va a seguir alimentando y ensuciando la vida de esta comunidad.
Los jóvenes cada día se van metiendo más en el alcoholismo y la drogadicción, se ve con tristeza cómo muchos están sin posibilidades de educación, de trabajo, por ello fácilmente son reclutados por un ambiente que les ofrece pasar el rato y de una manera violenta que puede acabar con su vida, por eso el llamado en este momento tan difícil para Oaxaca por el tema de la educación, de los conflictos sociales.
Es necesario de que todos aportemos, que haya amor a Oaxaca, amor a nuestra sociedad, concluyó.
