El Economista.
Ciudad de México. El mercado de distribución de gas licuado de petróleo (LP) en México tiene un valor cercano a los 8,000 millones de dólares y se realiza por medio de tres canales: cilindros portátiles, tanques estacionarios, o estaciones de carburación para vehículos, de acuerdo con los reportes del sector empresarial.
A nivel nacional, esta industria tiene 988 plantas de almacenamiento y distribución, además de 12,700 camiones de reparto de cilindro portátiles en presentaciones de 20, 30 y 45 kilogramos y de 9,700 camiones de reparto para tanques estacionarios.
El país cuenta con 2,789 estaciones de gas LP para carburación que atienden a 221,000 vehículos; además es utilizado por 80% de la población a nivel nacional para satisfacer sus necesidades energéticas, es decir, se llega a 20 millones de casas, lo que permite un consumo de 64 kilogramos per cápita, por lo que se convierte en el primer lugar en el mundo como consumidor doméstico de gas LP.
De acuerdo con la Prospectiva de Petróleo Crudo y Petrolíferos 2015-2029, tras la reforma energética se requiere que la Secretaría de Energía y la Comisión Reguladora de Energía expidan los permisos correspondientes para la comercialización y expendio de petrolíferos.
En ese sentido, la normatividad derivada de la Ley de Hidrocarburos indica que se deben formar sistemas integrados de ductos y almacenamientos que permitan, entre otros objetivos, fomentar la liquidez de los mercados y asegurar el balance y operación del sistema; es decir, fomentar la competencia equilibrando oferta y demanda.
Sin embargo, hasta ahora no se tiene un estudio oficial terminado sobre la competencia en mercados de gas LP. El último trabajo hecho al respecto fue la resolución del 13 de marzo del 2008 tomada por la antigua Comisión Federal de Competencia, dirigida entonces por Eduardo Pérez Motta, a petición de parte.
La comisión respondía una petición hecha por la secretaria de Energía, Georgina Kessel, del 23 de febrero del 2007, que le solicitaba emitir “una resolución sobre las condiciones de competencia efectiva en los mercados correspondientes de gas LP en territorio nacional”.
La resolución del 2008 tomó como base una resolución del 2001 en la que se determinó que no había condiciones de competencia en: Guerrero Interior, Veracruz Sur, Chihuahua Sur, San Luis Potosí, Yucatán, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Jalisco, Chiapas, Oaxaca, Baja California-San Luis Río Colorado; Durango, La Laguna, Morelos Baja California Sur, Campeche, Colima, Nayarit y Quintana Roo.
La resolución del 2008 ratifica que “no hay condiciones de competencia efectiva en los mercados relevantes de venta de gas LP” tanto en distribución como en transporte y almacenamiento y una de las condiciones para que ello ocurra es que el mercado estaba cerrado, una situación que hoy ya cambió de manera radical.
Las empresas reportan que proporcionan 1 millón de servicios diarios de distribución, de los cuales 540,000 son tanques portátiles y 460,000 tanques estacionarios.
Actualmente, hay 2 millones de tanques estacionarios y 17 millones de cilindros portátiles en circulación, de los cuales se repone más de 1 millón cada año.