Excélsior.
Ciudad de México. Las autoridades de Santiago Quetzalapa impusieron una multa de dos cartones de cerveza al presunto violador de una niña de ocho años, luego de que el padre de la víctima denunciará el abuso sexual ocurrido en un paraje de esa localidad del municipio de San Pedro Sochiapam, Oaxaca.
Damián Albino Sánchez, agente municipal de Santiago Quetzalapa, recibió la queja del ataque sexual, ocurrido el pasado 12 de septiembre.
El padre de la agraviada , cuyo nombre no fue revelado, denunció que el agente impuso una multa en especie —dos cartones de cerveza— al presunto atacante, Cirilo Jerónimo Cruz, de 55 años, pastor de la iglesia evangélica de la comunidad.
Agregó que la autoridad auxiliar desestimó el delito cometido por el pastor. Al conocer la multa que Albino Sánchez habría de imponerle al agresor, el papá de la víctima optó por retirarse.
De acuerdo con la prensa regional, los familiares agraviados se dirigieron al domicilio del atacante, pero fueron recibidos por la esposa de éste, quien justificó la actuación del pastor evangélico con el argumento de que fue “seducido” por la pequeña.
La menor fue valorada por personal médico de los Servicios de Salud en San Pedro Sochiapam, quienes comprobaron la violación; después fue canalizada al Hospital Regional de San Juan Bautista Cuicatlán, en la misma región.
Los familiares de la niña refirieron que el agresor se desplaza impunemente por la población de Santiago Quetzalapa, sin haber recibido ningún castigo por el delito cometido.
Asimismo, requirieron la atención urgente de las autoridades estatales y organismos defensores de los derechos de niños, niñas y adolescentes, de Oaxaca, y del resto del país.
Excélsior buscó a las autoridades municipales para que dieran a conocer su versión sobre los hechos, sin embargo, hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
TRADICIONES Y ABUSOS
San Pedro Sochiapam es uno de los 418 municipios de Oaxaca que se rigen por usos y costumbres. Estas demarcaciones se basan en las reglas sociales tradicionales para organizar el gobierno y resolver conflictos, salvo excepciones constitucionales.
En muchas localidades que se rigen por esta forma de organización política, los matrimonios forzosos para menores de edad son comunes, pues sus padres las entregan a quien ofrezca más por ellas.
En otros casos, el delito de violación no se castiga si el agresor accede a casarse con la mujer de la cual ha abusado.
Además, debido a la lejanía de las agencias del Ministerio Público, muchos de los agraviados deciden no denunciar.
