Se podría triplicar la cifra de migrantes en BC: Solalinde

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La Jornada.

Ciudad de México. Alejandro Solalinde Guerra, sacerdote defensor de los derechos humanos de los migrantes, advirtió que si México no atiende adecuadamente la llegada masiva de haitianos y africanos, la emergencia migratoria que se vive en Baja California puede convertirse en una crisis y posteriormente en tragedia. ‘‘Por eso la Iglesia católica en Mexicali está actuando y brindando la atención debida’’, explicó.

Entrevistado telefónicamente desde Baja California, donde se encuentra, el fundador de la Casa del Migrante Hermanos en el Camino, de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, dijo que, de acuerdo con el conteo de la Iglesia, en Mexicali se encuentran 11 mil 500 migrantes de origen africano, haitianos y hondureños garífunas que comenzaron a arribar desde mayo, pero se espera que en los próximos meses sumen hasta 40 mil.

‘‘Nunca me hubiera imaginado que África llegaría a México a través de la migración forzada originada por la violencia y la pobreza’’, dijo el sacerdote.

Relató que estos extranjeros salen de sus países hacia Ecuador, cuyo gobierno les da refugio; de allí se trasladan a Tapachula, Chiapas, donde el Instituto Nacional de Migración (INM) les proporciona un documento para viajar por territorio mexicano y con él se trasladan a Mexicali para solicitar asilo en el consulado de Estados Unidos.

Solalinde dijo que los albergues están llenos en la citada ciudad fronteriza, donde existe gran sobrepoblación de migrantes, por lo que el Estado debe atender y priorizar sus políticas públicas para las personas que están en movilidad.

El crimen, atento

Advirtió que estos migrantes podrían ser presa del crimen organizado y de redes de tráfico de personas y órganos, por lo que pidió al gobierno de México darles atención, pues están en nuestro territorio.

‘‘Se está formando un éxodo de migrantes de origen africano y también los hay haitianos y hondureños garífunas; es mucha gente la que está llegando a tierras mexicanas por la gran violencia y pobreza; nosotros, como Iglesia católica, nos hemos organizado al igual que con activistas y defensores de derechos humanos para darles albergue’’, sostuvo el religioso.