Rodrigo Islas Brito/RIOaxaca.
Oaxaca de Juárez. Una cierta tendencia del priismo nacional consistente en comparar al actual presidente de México, Enrique Peña Nieto con la figura histórica de Benito Juárez García, se manifestó este fin de semana en dos sendos discursos de dos priista preponderantes, que compararon a Peña y sus reformas estructurales, con Juárez y sus Leyes de Reforma.
Apenas el viernes en un acto proselitista en la sede estatal del partido en poder federal, donde el presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Ochoa Reza hizo acto de presencia ante el priismo oaxaqueño, el gobernador electo de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa agarró el micrófono con un “¡si se pudo, claro que se pudo!”,
Habló entonces de Benito Juárez, de quien dijo fue “un gran mexicano porque entendió que había que estar por encima de la coyuntura temporal”.
Coincidiendo en esta referencia a lo expresado por la secretaría general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Carolina Monroy del Mazo , quien durante la cuarta sesión presencial de la Escuela Nacional de Cuadros del PRI, según nota de Quadratín Guerrero, aseguró que al igual que Juárez se sostuvo en su propósito de hacer efectivas las leyes de Reforma (a pesar de los desencuentros que estas suscitaron con la Iglesia Católica y los llamados Conservadores, que terminaron desembocando en una Invasión Francesa , que tuvo invadido al país por una fuerza extranjera de 1862 y 1867) , Enrique Peña Nieto se mantendrá en su propósito de aplicar la totalidad de las reformas estructurales por el bien de todos los mexicanos.
La funcionaria del PRI destacó que las Leyes de Reforma en su momento, hace prácticamente 150 años, no eran del agrado de todos los mexicanos, como no lo son ahora las reformas estructurales del gobierno Peña Nieto.
Por su parte, el gobernador electo de Oaxaca, Alejandro Murat dijo ante más de 500 priistas oaxaqueños, que Benito Juárez al igual que él, era un hombre que sabía que “había que luchar y darlo todo por su tierra”.
“Es lo que ha venido a hacer el presidente Enrique Peña Nieto en esta administración” exclamó el futuro mandatario estatal ante los vítores de los asistentes.
“Un hombre” agregó sobre la figura del presidente Peña Nieto, “que entendió que valía la pena cambiar las cosas, que a veces es necesario tocar las fibras más sensibles de los grandes cotos de poder para efectuar los grandes cambios que necesita México”.
Dijo Murat en una referencia nada velada a la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), cuya confrontación contra el gobierno federal por la marcha atrás de la Reforma Educativa, reportó el pasado 19 de junio, ocho civiles muertos en un fallido operativo policiaco en un intento de desalojo para liberar un bloqueo carretero en Nochixtlán, Oaxaca.
“No vamos a regresar los privilegios a los maestros”, dijo más claridosa Monroy del Mazo este fin de semana, asegurando que lo que la Reforma Educativa busca es tener mejores maestros en los salones de clase.
Calificando de “imperdonable” lo que los maestros de Guerrero le han hecho a su estado con sus marchas, bloqueos y protestas, tildando de “actitud no solamente absurda sino fuera de lugar”, pues dijo que al final la Reforma Educativa “jamás” será modificada.
Monroy fue más allá asegurando que las reformas del presidente emulo juarista, Enrique Peña Nieto, “han empezado a beneficiar al país”, con lo que México ha generado dos millones de empleos e incrementado su consumo interno.
Por otro lado cabe destacar que en el acto proselitista donde Murat comparó al actual presidente del país con el Benemérito de las Américas, el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza llamó al priismo oaxaqueño y a los integrantes del nuevo gobierno estatal priista a combatir la corrupción en todos sus ámbitos y estratos.
Llamado que recuerda a lo dicho por el mismo presidente Enrique Peña Nieto, apenas a fines del septiembre pasado, ante representantes de los poderes Judicial y Legislativo y líderes sindicales, definió que en cuestión de corrupción “no hay alguien que pueda atreverse a arrojar la primera piedra”.