La Jornada.
Ciudad de México. Mientras la política de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) es tener líquido almacenado en las presas para los próximos dos años, hay preocupación en los estados de Zacatecas, Tlaxcala, Coahuila, y otros, pues durante los meses recientes los vasos no están al ciento por ciento de su capacidad, lo cual tienen en alerta a poblaciones de esas regiones.
De acuerdo con el reporte del pasado 24 de octubre, presas como las del sistema Cutzamala están a 97 por ciento de su capacidad. En el caso específico de la presa de Valle de Bravo, está a casi 99 por ciento; en Tlaxcala siete de 16 presas están al ciento por ciento.
En tanto, según informes locales, a principios de octubre hubo alertas para los municipios de Canatlán y Vicente Guerrero, en Durango, por el desbordamiento de las presas Caboraca y Santa Elena.
Hay embalses que están al ciento por ciento de almacenamiento útil, como el de San Gabriel en Durango, e incluso el Cazadero, en Zacatecas, está ligeramente rebasado en su capacidad. La presa Francisco Zarco o Las Tórtolas, de Coahuila, cuenta con 199 millones de metros cúbicos de agua, lo que equivale a dos terceras partes de su capacidad.
Cuando de acuerdo con los pronósticos se sabe que van a disminuir las lluvias se aprovecha para almacenar los últimos remanentes o escurrimientos de los ríos; sería muy grave que se desperdiciara el agua, tan cara y escasa
, explicó Felipe Arreguín director del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua.
Alerta en Tamaulipas
Indicó que preocupan las presas internacionales (De la Amistad, entre los límites de Coahuila y Texas), y Falcón, entre Tamaulipas y Texas), pues por el Tratado Internacional de Aguas con Estados Unidos hay que enviar líquido a ese país, e históricamente esos vasos están bajos. Actualmente deben estar más o menos a la mitad, precisó.
Las presas se deben vigilar porque ya empezaron los frentes fríos que también traen lluvias y donde chocan con las ondas tropicales pueden generar precipitaciones pluviales. Una de las regiones proclives a esto es el sureste del país, donde en temporadas como ésta ha habido problemas, como ha ocurrido en el Tabasco, precisó.
Agregó que ahí están las cuatro grandes presas que generan energía y también protegen de inundaciones a Villahermosa: Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñitas, las cuales están relativamente bajas, pero hay otras presas menores que están llenas y de ellas hay que sacar agua para estar prevenidos por la posibilidad de una tormenta.
En diferentes discursos, el titular de la Conagua, Roberto Ramírez de la Parra, ha señalado que hay líquido almacenado para abastecer a la población en todo el país para los siguientes dos años y se busca hacer lo mismo para los siguientes dos ciclos agrícolas ante la posibilidad de sequía. No obstante, los diagnósticos climáticos actuales, no prevén que ocurra el fenómeno de la Niña (enfriamiento del océano Pacífico).
El funcionario destacó que en el sureste del país hay déficit de agua, donde las presas normalmente en esta época están a 80 por ciento de su capacidad, actualmente están a 65 por ciento.