Oaxaca, una herida que no fue atendida

0
222

El Economista.

Ciudad de México. El enfrentamiento en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca entre “porros” y autoridades provocó el pasado jueves la cancelación de algunas actividades en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO); horas después las cosas se normalizaron.

Sí, por primera vez en la historia de la FILO se tuvo que cerrar el acceso a la feria y algunos escritores invitados se resguardaron en el flat, un espacio al fondo del evento por donde salieron mientras un grupo quemaba la puerta de la Facultad de Derecho de la universidad.

Un grupo de niños también se refugiaron en la feria mientras que los turistas escuchaban a lo lejos a la policía, cohetones y bomberos. Por unas horas se vivió en la incertidumbre. Los rumores alertaban a los directivos sobre que podría pasar algo grave en la FILO pero afortunadamente no sucedió.

El empresario Guillermo Quijas y su equipo se pronunciaron contra la violencia a nombre de la feria, un evento dedicado a las letras y la palabra con 36 años de historia en la ciudad.

“En la FILO, creemos en la libertad de expresión, la pluralidad y el derecho a trabajar por los ideales propios y defenderlos. Como promotores y defensores del diálogo y el intercambio de puntos de vista, manifestamos nuestro rechazo absoluto ante cualquier tipo de violencia, sea cual sea su motivo”.

Los problemas en Oaxaca continúan después del 2006. Luego de Nochixtlán, la lucha y las manifestaciones regresaron a la ciudad. Los paros y toma de la central de autobuses detienen por momentos a la ciudad.

Pero es Diego Osorno, autor de Oaxaca sitiada. La primera insurrección del siglo XXI (reeditada por editorial Almadía) quien podría dar una señal de lo que sucede.

“El conflicto del 2006 nunca se solucionó; creo que simplemente se reprimió de manera ilegal, desmedida y se quedó una lección de que es mediante la fuerza como se pueden solucionar los problemas que hay en Oaxaca. De que si no es por la fuerza no van a lograr su objetivo. Es una herida que no ha cicatrizado, bueno, creo que ni atendida siquiera”.

Para algunos, las protestas ya son “normales” en la ciudad. Maestros y grupos inconformes desde hace muchos años viven en conflictos que parecen no tener fin.

El director de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca y Vania Reséndiz Cerna, presidenta de Fondo Ventura AC, dejaron claro que “continuaremos trabajando por crear espacios donde la discusión pacífica sea la herramienta para tener una mejor ciudadanía, donde la paz y el respeto sean los detonantes de un mejor futuro”.

Pero el sábado fue necesario que Novo (Noviembre Oaxaca), una serie de eventos culturales como la FILO, Instrumenta y Oaxaca Cine se pronunciaran ante el tema.

“En los últimos meses la ciudad y el estado de Oaxaca han sufrido una serie de hechos de violencia que han ido escalando en magnitud sin que se perciba, al menos desde la perspectiva del ciudadano común, que los problemas que han originado tales hechos estén siendo atendidos con la seriedad correspondiente”.

En la carta firmada por escritores, periodistas y diferentes personalidades solicitan: “Queremos llamar la atención de los distintos actores políticos a reconocer que la sociedad oaxaqueña está cada vez más consciente de que es únicamente en el ejercicio de la paz y el diálogo como se resuelven los conflictos; que ya no hay cabida para la violencia, el caos y la destrucción. Dichos actores deben asumir la alta responsabilidad que los ciudadanos les han otorgado y ponerse a trabajar en la construcción de formas más efectivas de resolución de conflictos, en el marco de la legalidad y el respeto por los derechos fundamentales”.

El documento fue firmado por Rigoberto Perezcano, presidente de Oaxaca Cine, e Ignacio Toscano, director de Instrumenta Oaxaca. Se destaca el hecho de que “estamos convencidos de que mientras exista un compromiso firme con la paz y el diálogo toda forma de violencia será superada. Así lo hemos hecho y lo exigiremos a quien tenga responsabilidad en ello. Oaxaca merece un mejor futuro. El futuro se construye hoy”.

La FILO continuó en calma pese a todo; Santiago Roncagliolo, Jorge F. Hernández, Martín Caparrós, J.M Servín, Joselo Rangel, Armando Gil, Fernando Lobo y escritores chilenos continuaron con las presentaciones de libros, las firmas y las charlas porque la mejor manera de combatir la violencia es con letras, con la palabra y la convivencia en paz en una feria que justamente da todo eso a Oaxaca y a su gente.