La Jornada.
Ciudad Judicial. En México al menos 11.5 millones de niños y adolescentes asisten a planteles de prescolar, primaria, secundaria y bachillerato ubicadas en localidades de alta y muy alta marginación, a lo que se suma que, pese al avance en la universalización de la educación obligatoria, 3.8 millones de menores (de 3 a 17 años) no van a la escuela.
De acuerdo con los resultados del Panorama Educativo de Mexico 2015, 35 por ciento de los jóvenes en edad de asistir a las aulas de bachillerato (2.3 millones) no están matriculados, mientras 19 por ciento (1.3 millones) de niños de 3 a 5 años no acuden a prescolar, a lo que se suman 263 mil en edad de cursar la primaria y 439 mil de secundaria.
Al presentar el informe elaborado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Sylvia Schmelkes del Valle, presidenta del organismo autónomo, también alertó sobre la elevada estratificación social del sistema educativo, que, admitió, en general ha tendido a beneficiar más a quienes ya son más beneficiados.
Los datos recabados por el instituto señalan que en el caso de las primarias comunitarias, con 114 mil 29 alumnos y 11 mil 91 planteles, 61.3 por ciento de los estudiantes y 73.5 de las escuelas se ubican en localidades de menos de cien habitantes, mientras en las primarias indígenas, con 827 mil 628 alumnos y 10 mil 133 centros escolares, al menos 73.8 de sus estudiantes y 76.6 de sus escuelas se localizan en comunidades de menos de 2 mil 500 habitantes.
Contrastes
En contraste, de los 13.4 millones de alumnos que atienden las primarias generales, 78.3 por ciento viven en sitios de más de 2 mil 500 habitantes, y 51.3 por ciento de los 77 mil 547 planteles también se ubican en este tipo de lugares.
Además, se estima que un millón de alumnos acude a planteles de telesecundarias, ubicados en localidades de cien a 2 mil 499 habitantes. De estos jóvenes, 78.6 por ciento viven en sitios de alta y muy alta marginación.
En cuanto al número de alumnos que están escolarizados, pero enfrentan un alto grado de marginación, el informe destaca que en prescolar cerca de 2 millones asisten a planteles en zonas de alta y muy alta marginación; en primaria son 5.7 millones; en secundaria alcanzan 2.5 millones, y en bachillerato son poco más de 1.3 millones.
El documento incluye, a partir de este año, datos del llamado índice de pobreza educativa en los hogares (Ipeh), con el que se miden las carencias de los miembros de una familia en esa materia, lo que incluye si han logrado o no concluir la formación obligatoria.
De acuerdo con sus resultados, 57 por ciento de los hogares en México cuentan con al menos un miembro en rezago educativo. Sin embargo, destaca que hay grandes disparidades en este indicador cuando se mide por entidad, pues Chiapas tiene el porcentaje de incidencia de hogares con carencias más alto, con 74.4 por ciento, mientras la Ciudad de México tiene la menor tasa, con 37.4 por ciento.
Por lo que respecta a los beneficios de la educación en la participación laboral, Schmelkes del Valle admitió que en el caso de lo hombres de 25 a 64 años no hay una diferencia muy alta en las tasas de ocupación, incluso entre quienes sólo han concluido la educación básica y los que logran terminar el bachillerato o la formación superior, pues cerca de nueve de cada 10 tienen empleo.
En el caso de las mujeres, agregó, sí hay mayor impacto, pues las de más escolaridad tienen mayor participación en el mercado laboral. Se informó que 71.6 por ciento de ellas de 25 a 64 años con estudios terciarios están ocupadas, en comparación con 48.1 por ciento que sólo concluyeron su educación básica.
Otro de los factores que destaca el informe es la capacidad de garantizar el egreso oportuno de la educación básica, pues únicamente 781 niños de cada mil que se inscriben en primaria concluyen este nivel en seis años, mientras sólo 818 de cada mil logran completar la secundaria en tres años.
Sobre el bachillerato, sólo 566 logran un egreso oportuno, mientras a 151 de cada mil les toma un año adicional y a 23 al menos dos más de lo reglamentario.