La Jornada.
Ciudad de México. El cambio de gobierno en Estados Unidos representa un reto “inesperado y enorme” para México, pero el país cuenta con activos importantes construidos en los últimos años para enfrentarlo, aseguró este jueves José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Para hacer frente a los desafíos que plantea la llegada de Donald Trump a la presidencia estadunidense, México debe continuar con el camino de las reformas económicas y fortalecer la unidad interna, dijo Gurría en el Seminario de perspectivas económicas 2017, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Las reformas económicas impulsadas por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto deben ser llevadas a una segunda ronda, que apunte a aspectos específicos de la implementación de esos cambios estructurales, expuso.
Algunos de esos cambios, como los relacionados con la consolidación de las compras de gobierno para ahorrar recursos públicos, la creación de tribunales especializados y la vigilancia y transparencia en las compras de Petróleos Mexicanos están en marcha, pero deben ser profundizados, añadió.
“Los poderes fácticos nunca dejan de defenderse”, por lo que es necesario evitar “que los dentistas legislativos” quiten “dientes”, fuerza, a las reformas económicas, que abrieron al capital privado la industria energética y buscaron aumentar la competencia en telecomunicaciones, agregó.
Las amenazas externas encuentran a México fragmentado por diversas circunstancias, la que ninguna de ellas, sola, es más importante que la unidad de México, agregó.
“Debemos encontrar un acuerdo para enfrentar los desafíos que vienen del exterior “, afirmó.
El miércoles, el presidente electo Trump insistió en que su gobierno piensa construir un muro en la frontera común con cargo a México y que impondrá un impuesto adicional a los productos llevados a Estados Unidos desde México.
El presidente Peña Nieto dijo más tarde que México no pagaría por ningún muro.