El País.
Ciudad de México. Una mujer de 25 años fue quemada en una hoguera en un supuesto rito de “purificación religiosa” en una lejana comunidad del Caribe de Nicaragua, donde un grupo de fanáticos religiosos la acusaron de estar “endemoniada”, informa la prensa local. Vilma Trujillo García falleció la madrugada de este martes en un hospital de Managua, después de haber estado en coma, con quemaduras en el 80% de su cuerpo.
El relato dado por testigos del hecho y recogido por el diario La Prensa, de Managua, es espeluznante. Dijeron que la mujer, tras ser considerada “endemoniada”, fue condenada a ser lanzada a la hoguera por el pastor Juan Gregorio Rocha Romero, de la denominada Asamblea de Dios. Otros cuatro miembros de la congregación participaron en el ritual.
El hecho, que ha conmocionado a la sociedad nicaragüense, ocurrió en una comunidad conocida como El Cortezal, localizada cerca del municipio de Rosita, en la región del Caribe nicaragüense, una zona económicamente deprimida, alejada y olvidada por las autoridades de este país.
Reynaldo Peralta Rodríguez, esposo de la víctima, aseguró a los medios locales que su mujer había sido violada, aunque las autoridades no lo han confirmado.
Los testigos afirmaron que la mujer fue atada, quemada en la hoguera y luego su cuerpo fue lanzado “a un barranco”, lo que demuestra la saña con la que actuaron sus victimarios.
Este es uno de los episodios más críticos de los registrados en Nicaragua en relación a la violencia contra las mujeres, en un país donde los denominados femicidios son una amenaza constante contra ellas.
La organización Católicas por el Derecho a Decidir contabiliza 345 muertes de mujeres entre 2012 y 2016, en un país de poco más de seis millones de habitantes. La misma organización registra 49 mujeres víctimas mortales de violencia durante 2016, la mayoría de los casos reportados en la región del Caribe, la más grade de Nicaragua, con una extensión de casi 60 mil kilómetros cuadrados.
Juanita Jiménez, del Movimiento Autónomo de Mujeres de Nicaragua —una de las organizaciones feministas más beligerantes— dijo a EL PAÍS que las autoridades nicaragüenses deben hacer una “investigación a profundidad” de este caso, en el que además hay una acusación por violación. “No es casual que el pastor de esa congregación religiosa dirigiera este acto criminal. Creemos que intentaba encubrir el abuso sexual”, dijo Jiménez.
Para la activista este hecho es el resultado de una mortal combinación entre machismo institucionalizado en el país con el fanatismo religioso promovido desde el Estado, ya que el gobierno utiliza la manipulación de la religión para atraer el favor de una población profundamente religiosa.
“Hay una total desprotección institucional para las mujeres, no hay autoridades beligerantes que persigan este tipo de delitos, que quedan en la impunidad. Este es un ejemplo del retroceso en derechos humanos que sufre el país, un retroceso que vuelve al país al oscurantismo”, agregó la feminista nicaragüense.
El pastor Rocha Romero, de 23 años, fue detenido por las autoridades el viernes junto a otras cuatro personas. Mientras tanto, Reynaldo Peralta Rodríguez, esposo de Vilma Trujillo, denunció amenazas contra él y su familia en la lejana comunidad caribeña, una tierra de nadie dentro de un país que mata a sus mujeres.