La Jornada.
Ciudad de México. Petróleos Mexicanos (Pemex) llegó a la celebración del 79 aniversario de la expropiación petrolera con la menor producción de crudo desde 1990, la menor producción de gas natural en la última década, pérdidas netas en 2016 por 256 mil millones de pesos y una deuda total de 96 mil millones de dólares, de acuerdo con datos oficiales.
La empresa que durante décadas fue considerada uno de los pilares del desarrollo nacional pasó de ser la tercera compañía productora de petróleo más importante del mundo en 2004 a ser la octava en 2015 y de acuerdo con su plan de negocios actualmente sus esperanzas de crecimiento se basan en la asociación con trasnacionales privadas como la británica BP, la angloholandesa Shell y las gigantes estadunidenses Chevron y ExxonMobil que durante décadas fueron propietarias del crudo mexicano hasta el decreto expropiatorio del presidente Lázaro Cárdenas del Río en 1938 y que pudieron regresar al país con la reforma energética de 2013.
De acuerdo con cifras de Pemex, en 2016 la producción de crudo fue de 2 millones 154 mil barriles diarios, la más baja desde 1990, cuando empiezaron los registros de la base de datos de la compañía.
La ex paraestatal estima que este 2017 su plataforma de producción baje todavía más (a un millón 944 mil barriles diarios) y que comience a recuperarse gradualmente a partir de 2018 gracias a las asociaciones (conocidas como farmouts) con trasnacionales privadas.
Los datos de Pemex señalan que al cierre del año pasado la producción de gas natural promedió 5 millones 792 mil pies cúbicos diarios, la menor desde 2006 (que fue de 5 millones 356 mil pies cúbicos diarios).
De acuerdo con el último reporte sobre su situación financiera enviado a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), al cuarto trimestre del año pasado Pemex registró pérdidas netas por 296 mil millones de pesos originadas principalmente por la caída en los precios del crudo, la elevada carga tributaria aplicable a la industria y la depreciación del peso contra el dólar.
No obstante, dichas pérdidas resultaron 58.5 por ciento menores a las registradas en 2015, gracias a la eficacia en el ejercicio de los recursos en todas las áreas y a que la empresa cumplió con el plan de ajuste presupuestal de 100 mil millones de pesos anunciado en febrero del año pasado, según señaló el director corporativo de finanzas de la empresa, Juan Pablo Newman, durante la presentación del reporte.
El informe financiero señala que el monto total de la deuda de Pemex, incluyendo intereses devengados, ascendió a 96 mil millones de dólares en términos nominales, lo que representa un incremento de 10.6 por ciento respecto del monto total de la deuda del año previo, que era de 86.8 mil millones de dólares.
El plan de negocios 2017-2021 presentado en noviembre pasado señala que Pemex busca lograr un superávit primario en 2017 mediante el ajuste que implicó el recorte por 100 mil millones de pesos, el replanteamiento de inversiones para enfocarse sólo en las más rentables y la mejora de su balance a partir de apoyos gubernamentales para reducir la deuda a proveedores y el pasivo laboral, así como la obtención de beneficios fiscales, entre otras medidas.
Sin embargo la principal estrategia en materia de exploración y producción está en el “desarrollo agresivo de farmouts, aprovechando las oportunidades otorgadas por la reforma energética”.
El primer contrato de licencia para la exploración y extracción de hidrocarburos en aguas profundas del Golfo de México se firmó el pasado 28 de febrero entre Pemex Chevron (de Estados Unidos) e Inpex (de Japón).
En el futuro Pemex seguirá participando en las siguientes rondas de licitación, tanto en aguas profundas y superficiales como en campos terrestres en las rondas 2.1, 2.2. y 2.3, las cuales están programadas para efectuarse en junio y julio de 2017.