La Jornada.
Ciudad de México. Estados Unidos no descarta ninguna opción frente a Pyongyang, dijo este lunes el vicepresidente estadunidense Mike Pence durante una visita a Panmunjom, la localidad fronteriza entre Corea del Sur y del Norte, un día después de que Pyongyang efectuó una prueba de misil fallida. Washington quiere instalar la seguridad “por medios pacíficos, mediante negociaciones. Pero todas las opciones están sobre la mesa y seguimos al lado del pueblo de Corea del Sur”, dijo en la localidad donde se firmó el cese el fuego en 1953.
“La era de la paciencia estratégica se acabó”, declaró Pence. “El presidente Trump ha dejado claro que la paciencia de Estados Unidos y nuestros aliados en esta región se ha agotado y queremos ver cambios. Queremos ver como Corea del Norte abandona su imprudente camino en el desarrollo de armas nucleares. El uso continuo y las pruebas de misiles balísticos es inaceptable”.
Pence dijo a pocos metros de la línea de demarcación, que describió como una “frontera de la libertad”, que la relación de Estados Unidos con Corea del Sur está “acorazada y es inmutable”. “El pueblo de Corea del Norte, los militares de Corea del Norte no deberían equivocarse sobre la resolución de Estados Unidos de estar al lado de nuestros aliados”, dijo.
También expresó su deseo de que China “haga más” para ayudar a resolver el problema. Pence viajó en helicóptero a la base de Camp Bonifas, un puesto de la ONU dirigido por Estados Unidos, que está unos metros al sur de la zona desmilitarizada (DMZ). “Para mí es especialmente emocionante estar aquí”, dijo Pence a su llegada.