Oaxaca de Juárez. En el tramo carretero que conduce de la Villa de la Zaachila a Zimatlán de Álvarez, está ubicado un lugar en el que las tradiciones, colores y música se conjuntan para conformar el mercado denominado “El Baratillo”, conocido por muchos por la variedad de animales que se expenden.
Este espacio de compra- venta de animales, es un ejemplo vivo que conserva una de las costumbres comerciales más antiguas de los Valles Centrales. Cada jueves desde temprana hora, decenas de vendedores de pueblos vecinos comienzan a descargar de sus carretas, triciclos, a decenas de animales, elementos principales de este lugar.
Al llegar, se escucha un ruido constante de voces que ofertan sus productos en cada uno de los espacios ubicados en pequeños espacios en línea. También se observan cercos de chivos de todo tamaño, cerdos, caballos, y alguno que otro “torito”, que le dan forma y vida al lugar.
Al lugar, como cada jueves, llega Don Gregorio, quien de manera inmediata llama la atención de los visitantes del mercado, por su voz firme y peculiar. El hombre de avanzada edad menciona que se dedica a la venta de cerdos desde hace 50 años, negocio heredado por sus padres y que ahora lo coloca como un buen vendedor en el “Baratillo.
“Mi familia y yo nos dedicamos a la venta de cerdos, los criamos desde pequeños, los cuidamos para que crezcan sanos y posteriormente los traemos a vender. Al llegar al mercado las expectativas de vender son grandes porque llega mucha gente, y con ello obtenemos el sustento familiar”, afirma.
Otros de los atractivos de este mercado es la comida, como la barbacoa de chivo, pero también para complacer el gusto culinario de las y los visitantes se puede disfrutar de empanadas, memelitas, tacos dorados, molotes, carne de horno, tasajos, mezcal y aguas frescas.