Antonio Moreno Castañeda.
El Reino Unido realizó sus elecciones generales el pasado 8 de junio de 2017, dando como resultado que el partido conservador de la primera ministra Theresa May ganó el 42.3% de los escaños en el parlamento, mientras que el partido laborista obtuvo el 40.0% de dichos escaños (https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_del_Reino_Unido_de_2017), si bien el partido conservador retuvo la mayoría relativa en el parlamento, no lo hizo con el porcentaje de votos que esperaba por lo que perdió la mayoría absoluta, debido a todo ésto para formar gobierno, en el país en cuestión, conservadores o laboristas tendrán que hacer alianzas con alguno de los partidos más pequeños. En esta elección británica pesan factores como la salida del Reino Unido de la Unión Europea, así como los atentados de los últimos días –esos atentados que “casualmente” favorecen, casi siempre, los intereses del gobierno estadounidense-.
Por otro lado Francia celebró elecciones parlamentarias el 11 y 18 de junio de este año, ganando el movimiento “En Marcha” del presidente de la república Emmanuel Macron (https://www.publimetro.com.mx/mx/noticias/2017/06/18/francesas-votan.html), al ganar el partido de este último la mayoría en la Asamblea Nacional francesa tendrá la libertad de tener un primer ministro y gabinete respaldado por una mayoría parlamentaria, algo que no siempre ocurre, pues en ocasiones, gana las elecciones parlamentarias un partido que no es el del presidente de la república, dándose el fenómeno de la cohabitación, es decir, puede existir un presidente de la república de un partido gobernando con un primer ministro emanado de un partido político distinto al de dicho presidente. Macron con este resultado de las elecciones parlamentarias, consolidó su gobierno y tendrá margen de maniobra para ejercer el poder.
En cambio Theresa May como primera ministra del Reino Unido y cabeza del partido conservador, salió debilitada con los resultados de las últimas elecciones generales de este país, lo más probable es que este partido conservador, que actualmente gobierna el Reino Unido, se vea obligado de aliarse con otro partido más pequeño para retener el gobierno, el cual tendrá un reto enorme por delante: la salida del Reino Unido de la Unión Europea. A partir de esta salida los británicos perderán muchos de sus derechos como ciudadanos comunitarios, este país ya no tendrá las facilidades al comerciar con el resto de los países de la Unión Europea, así mismo los ciudadanos de otros países de Unión Europea que vivan en el Reino Unido, también, perderán derechos, esto perjudicará sobre todo a ciudadanos polacos y de la república de Irlanda que residen en número importante dentro de territorio británico.
Por otro lado Francia permanecerá dentro de la Unión Europea, lo cual es de gran importancia, pues este país ejerce liderazgo dentro de dicho organismo supranacional, al quedar, después de la salida del Reino Unido, como la principal potencia militar, además de ubicarse, la nación gala, como la segunda potencia económica sólo después de Alemania. En vista de tales circunstancias esta unión de Estados europeos, tendrá que replantear su funcionamiento.
