El Financiero.
Ciudad de México. Junio es el mes de la diversidad sexual y este sábado, cientos de ciudades alrededor del mundo celebraron el orgullo LGBT con carros alegóricos, disfraces y fiesta.
En el caso de la Ciudad de México acudieron embajadores como los cancilleres de Estados Unidos, Roberta Jacobson; Canadá, Pierre Alarie; e Inglaterra, Duncan Taylor.
Minutos antes de empezar la marcha, que se extendió desde Paseo de la Reforma a la altura del Ángel de la Independencia hasta el Zócalo, Alhelí Ordoñez, abogada y activista, pidió tomar esta avenida para celebrar “que estamos vivos y que nuestro movimiento llegó para quedarse y avancemos con un paso firme hacia delante y por nuestros derechos”.
Llamó a recorrer las calles para invitar a aquellos que no lo han hecho por un miedo legítimo y “decirles allá afuera que no están solos y el movimiento LGBT es cada vez más fuerte y no se detendrá jamás”.
Convocó a celebrar los esfuerzos y las alianzas que de manera paulatina han llegado a tomar espacios por tener una ciudad “orgullosa de sus identidades diversas y por una comunidad que se construya desde sus diferencias”.
La activista exhortó a caminar para expresarle al Estado que “esto somos, estas son nuestras familias, nuestros cuerpos y somos muchos y cada día somos más”.
Llamó también a pedir justicia por las personas trans, lesbianas, gay y bisexuales que han fallecido por la intolerancia y la desigualdad, así como por aquellos que han sufrido discriminación.
Ante los miles de asistentes, entre ellos funcionarios locales y federales, la joven activista recordó a Paola, Alessa, Jessica, Iczel y pidió justicia al tiempo que exhortó a hacer de esta movilización una celebración.
De esta manera, el colectivo con banderas arcoíris que inundaron las calles aledañas e hicieron de este día una fiesta con el lema “Respeta mi familia, mi libertad, mi vida”.